Taiel Gómez Quintero fue uno de los valores de las inferiores que tuvo Oberá Tenis Club en la temporada de la Liga Nacional de Básquet. El oriundo de Aristóbulo del Valle hoy descansa en San Francisco, Córdoba, donde reside y juega su hermano Lisandro. “Tai” se tomó un tiempo para contestar las preguntas de Misiones Básket después de haber cumplido el sueño de estar en la máxima del deporte de la naranja en nuestro país.
¿Qué balance haces del año en la liga?
Lo puedo definir como una montaña rusa, tanto de emociones como sensaciones por las circunstancias que tuvimos que vivir. No hubo momentos de regularidad, en el funcionamiento deportivo, contagios de covid, lesiones, cortes de jugadores…no son excusas pero son factores que juegan. El último partido el base titular (Paletta) estaba lesionado. Fueron miles de inconvenientes, pero la verdad que por todo eso fue una verdadera montaña rusa.
Describinos la sensación de haber logrado el objetivo…
Estoy muy contento, por momentos la pasamos muy mal todos. Y el hecho de habernos asegurado la permanencia, de saber que cumplimos con el objetivo nos deja muy tranquilos y contentos. Sobretodo porque contribuimos para que el club que representa a misiones y que encima es modelo a nivel nacional pueda permanecer en la elite del básquet.
¿Caíste en la cuenta de que sos jugador de Liga Nacional?
Sinceramente no caigo en esa cuenta porque no lo siento así. No me pongo a pensar en lo que soy o etiquetándome como un jugador de Federal, Provincial, de Liga Argentina o de Liga. Siempre intente mantener los pies sobre la tierra. Me parece que sonaría soberbio decir “Soy jugador de LN”, soy un jugador de básquet que todavía me faltan muchísimas cosas por mejorar. Cuando me pueda consolidar en algún nivel creo que llegará el momento que se de solo ese concepto, no hará falta que lo diga. Tarde o temprano el básquet te pone en el lugar que tenes que estar.
¿Qué imagen no se te va más de esta temporada?
Me llevo muchas imágenes, el mundo de la Liga es muy lindo. Ver a mis compañeros unidos, un vestuario con buena leche, siempre alentando. Los compañeros bancando siempre, el banco era un empuje constante, siempre todos alentando al que estaba en la cancha. El que salía lo hacía como un león por más que las cosas no salían. Siempre era la imagen de un luchador que para mí fue muy lindo de ver, apreciar la entrega y el empuje que nos ayudó a salir adelante. Esas son las imágenes que a uno le quedan grabadas.
¿Cuándo pensaste que se quedaban en la categoría? ¿Hay algún momento?
Hubo muchos momentos, por ejemplo cuando le ganamos a Boca el equipo estaba más tranquilo. Considerábamos que habíamos logrado el objetivo, si bien no estábamos relajados, sabíamos internamente que gran parte estaba conseguido.
¿Cuál es el jugador que más te sorprendió en la LN?
Leonel Schattmann, Néstor Colmenares, Brandon Robinson…hay más pero te digo esos tres que están en un nivel impresionante.
¿Cómo podrías definir al plantel de OTC?
Al plantel lo defino como un grupo homogéneo en todo momento, nunca se partió a pesar de las mil cosas que pasaron nos mantuvimos unidos como guerreros, trabajando con humildad de principio a fin. Con entrega y compromiso destacable. Estoy feliz y orgulloso de haber pertenecido a ese grupo.
Esta temporada…¿Fue un sueño cumplido?
¡Totalmente!