Stefano Pierotti lleva el básquetbol literalmente desde la cuna. Y es que su familia siempre estuvo ligada a este deporte en la localidad de Puerto Rico desde que era un bebé…
Su abuelo, Víctor Ángel, creó el 3 de julio de 1989, la escuelita de lo que hoy es el Club Siglo XXI, nombre que lleva en honor a la llegada de ese siglo. Su padre, Alejandro “Jandry”, fue jugador de este deporte y actualmente, es entrenador del primer equipo del ‘Aurinegro’. Su madre (Viviana Alles), no podía quedar afuera, ya que cuando él era tan solo un bebé, lo amamantaba, mientras firmaba planillas de los equipos participantes en algún torneo.
Hoy, con 23 años, y tras pasar por todas las categorías formativas del club de su ciudad natal, el joven misionero se encuentra jugando en Brasil, perfeccionando su juego y en busca de dar ese salto de calidad que lo lleve a cumplir su sueño: jugar en la Selección Argentina Mayor.
Actualmente, Stefano forma parte del equipo Campo Mourao de la Novo Basquete Brasil (NBB), la máxima categoría nacional, siendo su quinto equipo desde que llegó a ese país allá por el 2014. Los anteriores fueron: Baurú de San Pablo, Belém do Pará, Londrina de Paraná y Black Star de Joinville (los dos últimos de la segunda división).
Sin embargo, por estos días, el deportista se encuentra en proceso de recuperación y con entrenamientos reducidos, ya que a principios de este año debió ser operado de la rotura de meniscos en su pierna izquierda.
En diálogo con ENFOQUE, el misionero contó su experiencia de jugar en el vecino país, los cambios y avances deportivamente, y las expectativas que tiene de cara al futuro.
“Este es mi séptimo año jugando en Brasil desde mi llegada en agosto de 2014. Pasé por cuatro equipos antes de desembarcar a Campo Mourao, mi actual club, donde jugué veinte partidos en la última Liga Nacional y seis del Torneo Estadual, pero producto de la lesión en mi pierna no pude estar en los últimos diez encuentros. Ahora estoy entrenando y con ganas de volver con todo”, contó el jugador.
37, el número del récord y primer argentino con más conversiones en un partido
Vale mencionar que, debido a la pandemia, los torneos se disputan en “burbujas” y sin público, a la que los equipos tuvieron que adaptarse. Más allá de esta realidad, Pierotti y compañía, lograron llegar a la final del último certamen nacional contra su par de Pato Branco, en la cual cayeron por 80 a 74.
En esta competencia, el base de la tierra colorada fue una pieza fundamental para llevar a su equipo al último partido, pero también sirvió para alcanzar un récord histórico, al convertir 37 puntos en un solo partido (victoria 96-76 ante Caxias) y ser el primer jugador argentino con más aciertos en un encuentro de la NBB.
Recordó la sorpresa que se llevó al conocer esta estadística y expresó que “no me olvido más de ese 20 de diciembre de 2020 porque todo comenzó como una broma con mis compañeros en que iba a romper el récord de la temporada. Después del partido y a través de las redes sociales, un periodista publicó que rompí ese récord y me entero que fui el primer argentino que más convirtió en un solo partido, algo que me llenó de orgullo, ya que por esta liga pasaron ‘monstruos’ como Nicolás Laprovittola, Walter Herrmann, Federico Kammerichs y Luciano ‘Chuzito’ González, quien tenía el récord hasta ese día”.
Sobre su juego en estos siete años en tierras brasileñas y en el último tiempo desde que llegó de pandemia, Pierotti aseguró que se siente feliz de jugar en Brasil y que ha tenido un crecimiento importante tanto en lo físico como en lo mental. “Me siento como en casa y creo que tuve un cambio totalmente positivo. Por el momento no pienso volver a jugar en Argentina, creo que todavía tengo mucho por dar por estos lados”, enfatizó.
Argentina y Brasil, los grandes del básquet sudamericano
Haciendo una comparativa entre las ligas de Argentina y Brasil, Stefano indicó que son las potencias del básquet sudamericano por su forma de juego y por los jugadores que las conforman. “En la Liga de las Américas -que es como la Copa Libertadores del básquet- se ve reflejado ese potencial y el ejemplo más claro es que los últimos campeones fueron equipos argentinos o brasileros”, destacó el deportista de 1,82 metros.
Consultado por su referente, afirmó que su ídolo es Emanuel Ginóbili, pero en la actualidad, su reflejo está en Facundo Campazo, el argentino que milita en los Denver Nuggets de la NBA.
“Sin dudas, mi ídolo es Ginóbili, por todo lo que hizo por el básquet argentino y por lo que demostró en la NBA. Sin embargo, hoy mi referente es Campazo, por su estilo de vida, su juego, su esfuerzo y su capacidad. Aprendió a ser un profesional y ratificó que no hace falta ser una persona alta para saber jugar al básquet. Por esas razones lo quiero tomar como ejemplo”, dijo.
Pensando a futuro, el jugador de la Selección Misionera sostuvo que quiere sacarle el mayor provecho al básquet y que jugar en la NBA sería uno de sus grandes anhelos. “Obviamente que jugar en la NBA sería lo máximo, pero por mi cabeza pasa disfrutar el día a día e ir paso a paso, sin quemar etapas”.
A corto plazo tiene pensado continuar una temporada más por Brasil y analizar las ofertas que surjan después. “Europa sería una muy buena escuela; de hecho tuve un sondeo para viajar hacia allá, pero con mi representante decidimos quedarnos en Brasil y tratar de hacer una buena temporada más. Después veremos qué pasa”.
»Para todo deportista, representar a su país es algo único»
Stefano ya supo vestir y jugar con la camiseta del seleccionado argentino en formativas. Fue convocado a la Preselección U15 y también formó parte del plantel U18 que disputó el Pre-Mundial de Chile en 2016. Sin embargo, para el oriundo de Puerto Rico, llegar a una convocatoria del seleccionado mayor sería un sueño cumplido, pero bien sabe que depende de mucho esfuerzo.
“Para todo deportista, representar a su país es algo único. Pero hay que ser realistas y tener los pies sobre la tierra siempre. Voy a trabajar mucho para eso y si algún día me llega esa chance, voy a aprovecharla al máximo. Sería más que un orgullo volver a vestir la camiseta de mi país y si es con la Selección Mayor, aún más”, remarcó.
Ayudado y contenido por el apoyo de su familia, el joven jugador ponderó que “en este tiempo de pandemia, estando Brasil hubo momentos en los que un mensaje de mi mamá o mi papá era todo lo que necesitaba. Siempre me sentí muy acompañado aunque sea a la distancia y eso es muy importante para toda persona que se dedica a algún deporte”, concluyó.
Fuente: Gentileza Enfoque Misiones.