El oriental derrotó a OTC 58 a 56 y liquidó la serie por 2-0 para sumar un nuevo trofeo a sus vitrinas. Para los obereños estas derrotas fueron las únicas en toda la temporada. Landi con 32 puntos fue la gran figura del campeón y el MVP de la final.
El partido comenzó con una visita mejor parada y más ordenada. Los de Gornatti defendían bien y con ataques precisos lograron un parcial de 12-2. A Tokio le costaba llegar al gol, sobre el final del parcial, y gracias a una leve mejoría, se fueron 12-6 al primer descanso en favor de los obereños.
El segundo cuarto la cosa se emparejo rápido, porque Landi se hizo cargo de los ataques locales para conseguir un parcial de 7-0 y así pasar al frente de 13-12. El celeste se cargó rápido de faltas y eso lo condiciono a la hora de defender. Un par de bombas de Tarnowyk y Fragozo le volvieron a dar ventaja a los de la capital del monte que se fueron al receso largo arriba por 6, 29-23.
A la vuelta de los camerinos Landi volvió en modo bestia, anotó 15 puntos en este cuarto y coronó esa cifra con dos bombas para pasar al frente 39-38. Gornatti y los suyos no podían detener al escolta. Sobre el final el tenis encontró dos tiros de larga distancia para retomar la delantera y se fueron al último de los recesos 44-40 arriba.
En el último cuarto Tokio encontró el juego asociado qué tanto le faltaba. OTC comenzó a decaer en su juego y los conducidos por Ponissi volvieron al frente tras un triple de Landi cuando estaban 49 iguales, más un doble clave de Barreyro para dejar la historia 54-49 a falta de 3.26 para el cierre.
De ahí en más Tokio hizo valer su localía, los pibes celestes sufrieron el cansancio de la temporada y pese a los intentos desde la tercera dimensión, la levantada nunca llegó. En los últimos segundos la defensa fue clave para que el oriental vuelva a gritar campeón.