El ídolo y figura bajo los tres palos del Calamar quiere cumplir un viejo sueño, jugar en el máximo nivel del básquet de nuestro país. Tal y como hizo Michael Jordan a mediados de los 90 (cambió el básquet por el beisball), el posadeño tendría todo hablado para que se dé.
Jorge De Olivera quiere agigantar su figura en la institución de Vicente López vistiendo la casaca calamar en la Liga Profesional y la Liga Nacional. De darse sería el primer deportista en nuestro país en disputar un torneo de primera en fútbol como en básquet, con el mismo club.
En una charla en los pasillos del club cuando todavía no se había consumado el ascenso a Primera División con el vicepresidente del club, Fernando Wendt, y a su vez mandamás de la subcomisión de básquet, le hizo prometer al dirigente que si ascendían, Jorge iba a tener minutos con Platense en la LNB.
“Si es algo que está hablado, pero sería solo un partido”, le confesó el portero a MisionesBasket minutos antes de partir de vuelta a Buenos Aires, tras su visita a Posadas donde fue declarado Personalidad Destacada en el Deporte por el Honorable Consejo Deliberante capitalino. “Él (Wendt) me dijo que, si lo ascendía a Primera, me iba a dar la posibilidad de jugar unos minutos en la Liga Nacional. Ojalá sea dentro de este año”, agregó.
Jorge es un hombre del deporte, de pequeño alternaba entre las escuelitas de fútbol y básquet. Se inició con el deporte de la naranja en el Mitre y luego se pasó al Itapúa Tenis Club donde practicaba junta al ex tenista José Chucho Acasuso. Quien tranquilamente podría jugar en la zona pintada (mide 1,94), llegó a integrar seleccionados misioneros en distintos certámenes regionales y nacionales con el combinados provincial.