Se enfrentaban Deportivo Roca y Estudiantes. El entrenador les dijo a sus jugadores que le den la derecha a Manu. El escolta se motivó.
De un lado Deportivo Roca, del otro Estudiantes de Bahía Blanca. En una esquina dirigía al primer equipo mencionado el Huevo Sánchez. En el otro costado iba a competir quien luego se metería en la historia grande del básquet argentino, Manu Ginóbili.
El entrenador de Deportivo Roca lo conocía mejor que nadie, incluso se había animado a decir en su momento que de los tres hermanos Ginóbili, el zurdo era el mejor. Pero esa característica de su juego también era su eslabón débil. O así al menos creía Sánchez.
“En un minuto que pedí les dije a mis jugadores que lo dejaran maniobrar por la derecha, ya que como es zurdo se le podía complicar…”, declaró Sánchez en una entrevista con El Gráfico, con respecto al plan de juego que se impondría ante Ginóbili.
Manu, que nunca le huía a un desafío, escuchó lo que dijo el Huevo, agarró la pelota y definió por la derecha de forma suntuosa y dominante, sin importarle nada ni nadie. Cuando volvía a defender, pasó al lado del entrenador, lo miró y le dijo: “Dale, seguí dándome la derecha…”.
Fuente: Basquet Plus