El duelo entre municipales y eléctricos que se disputaba en el Ian Barney II de Oberá y que era válido por la segunda fecha del Torneo Pre Federal, llegó a su fin cuando restaban 2´21´´ para la finalización del tercer cuarto. ¿Por qué? Los jueces consideraron que no era seguro continuar luego del más que acalorado reclamo de un jugador de la visita. El partido iba 54-34 en favor del equipo aurinegro.
El partido en sí se venía disputando sin mayores sobresaltos. Con AEMO controlando las riendas del juego y siendo mejor que su rival. Tras haber igualado en 13 el primer parcial y en el segundo sacar una ventaja de 12 (38-26); el tercero venía siendo importante para los municipales obteniendo una diferencia de 20 puntos (54-34).
Cuando transcurrían los minutos finales del tercer período, una falta antideportiva en ataque de la visita le da la chance a González de ir a la línea de libres. Tras el primer lanzamiento, Gabriel Pared toma el balón y lo lanza en dirección a unos de los jueces convencido de que se debía reponer desde mitad de cancha. Esta acción le mereció una falta técnica por parte del juez Camaño. Tras una serie de reclamos el juego prosiguió.
Luego de ejecutado el seguro tiro libre, y con la salida de costado para AEMO, una nueva falta sancionada a Pared generó que la protesta sea mucho más efusiva. Tras un airado reclamo e intercambio de opiniones por parte del experimentado base, esta parte de la historia culminó con la expulsión del match del base eléctrico.
Camino al banco de suplente, el “Mono” dejó insultos a los árbitros (Camaño y Piedrabuena) y señas con el dedo índice apuntando hacia ellos. A continuación la discusión se direccionó entre el público y el mimo jugador, que asegura a este medio haber sido agredido con objetos contundentes que le llegaron desde la parcialidad local.
En consecuencia de esto, Pared arrojó un basurero hacia la duela de juego e intentó tirar un bidón de agua a la tribuna. Totalmente fuera de sí, se dirigió a los vestuarios, de donde no salió más.
Cuando todo parecía haberse calmado, los jueces del partido le manifestaron a la comisionado técnico Laura Sumariva que “no sentían garantías para continuar”, por lo que el partido llegó hasta ahí y los árbitros se retiraron del estadio bajo custodia policial. Los jugadores de ambos equipos, sorprendidos por el desenlace, permanecieron varios minutos intercambiando palabras y pareceres de lo acontecido.
Ahora, todo quedará en manos del Tribunal de Disciplina, que mediante el informe de los jueces, evaluará las sanciones correspondientes al jugador que actuó mal, y deberá responder ante ello.