El clásico capitalino entre Tokio y Mitre por la Liga Federal ratificó el buen momento que atraviesa el deporte de la “naranja” en la provincia. Una verdadera multitud copó el estadio Jorge Yamaguchi, incluso con filas que daban vuelta la manzana, en una verdadera fiesta del básquetbol.

“Es impresionante la cantidad de personas”, la frase se repitió al unísono en todos los presentes, incluso en los transeúntes que pasaban por la vereda del club Tokio. Resulta que el estadio “Jorge Yamaguchi” se vio casi colapsado por la cantidad de espectadores que se dieron cita en la primera edición del clásico posadeño por la Liga Federal entre el local y Mitre (en la temporada 2011/12 habían jugado por el antiguo Torneo Federal). Los simpatizantes incluso tuvieron que hacer una larga fila que daba vuelta la manzana por la calle Colón para ingresar al “templo”.
Las expectativas de los amantes de la “naranja” estaban puestas en los dos representantes misioneros que cuenta la tercera categoría del básquet nacional. Con planteles de diferente jerarquía presupuestaria pero sin tantas diferencias en cuanto a la ubicación en la tabla de posiciones del NEA, ambos tenían la obligación de recuperarse tras sendas caídas.

El aliento al dueño casa se hizo sentir de la mano de los “orientales”, la hinchada que siempre acompaña al equipo en cada una de sus presentaciones, tanto en la previa, durante y post partidos.


Por su parte el “auriazul” llevó una buena cantidad de público que le puso color a la noche capitalina, incluso con muchos chicos de la cantera del club, quienes tienen como espejo la primera división. Los mismos se ubicaron en las dos tribunas colocadas detrás de uno de los aros, donde no entrada un alfiler.


El duelo de hinchadas se hizo sentir por momentos y acompañó las acciones del partido, el cual finalmente quedó en poder de Tokio por 91 a 69, demostrando su potencial y aprovechando la salida de los internos de su rival, uno por lesión (Bonaguro) y el otro por acumulación de faltas (Raggi).
En el análisis general el resultado es anecdótico. El triunfo final fue para el básquet posadeño, en una noche donde las familias dijeron presente como nunca antes para disfrutar de un espectáculo que no decepcionó y que promete de cara a la revancha en la próxima ronda en cancha de Mitre. Aún siguen los ecos de una jornada inolvidable que esperemos se repita…