El chaqueño, Christian Schoppler, dialogó con Misiones Básket a la distancia y dejó sus impresiones tras acordar su vuelta a OTC para disputar nuevamente la Liga Argentina. “Cuando me llamaron dije que si, sin dudar”, contó el “Pitu”.
El presente hizo que la estadía en su tierra se haya prolongado, tal vez como nunca antes. El COVID-19 cambió el rumbo de vida de cada uno de los habitantes (a algunos les afectó mayor medida que a otros) y más aún de los deportistas profesionales, quienes hasta hoy no pueden volver a trabajar con normalidad en competencia. Tal es el caso de Christian Schoppler, quien se encuentra en su ciudad natal, Villa Ángela, Chaco, una de las provincias más afectadas por la pandemia dentro del país. “La cuarentena no fue fácil para nadie. En mi caso fui papá, tenía mucho miedo por que justo empezó la pandemia. Estuve tomando todos los recaudos necesarios y cumpliendo lo que nos decían que había que hacer en la casa prácticamente encerrados como la mayoría de la gente”, comentó el experimentado basquetbolista que tuvo pasos por la Liga Nacional con Unión Progresista, Quimsa y Argentino de Junín.
El jugador, ex Salta Básket, acaba de arreglar condiciones para vestir nuevamente los colores de OTC en la Liga Argentina, tras su paso en la campaña 2018-19. “Me llamaron y me preguntaron si quería volver, dije que si, sin dudar, que me encantaría”, manifestó el “Pitu”, quien además destacó que “el armado del plantel me motivó más aún para ir a formar parte del club. Se está armado un gran equipo para pelear grandes cosas”.
Además de Schoppler, el conjunto dirigido por Leandro Hiriart ya confirmó la continuidad de los bases Juan Ignacio Rodriguez Suppi y Taiel Gómez Quintero, y el interno Rodrigo Sánchez. También arribarán el pivote chaqueño,Ariel Zago, y el alero entrerriano U23, Hans Feder Ponce. Ahora la dirigencia apunta a confirmar en las próximas horas un alero de jerarquía y el extranjero, con lo cual el “celeste” volverá a ser candidato en la previa del certamen que aún no tiene fecha de inicio.
“El mundo está paralizado. En mi caso como profesional, que los clubes de la Argentina y todos lo que acompañan a la causa para que esto tenga inicio me da mucha alegría y mucha ansiedad para que se de lo planeado. Ni hablar las ganas de iniciar a jugar”, reconoció el perimetral.
El deportista de 34 años y 1,80 de estatura recordó que “cuando se paró la liga, con Salta Básket estábamos de gira por San Francisco y Morteros. Alcanzamos a jugar con San Isidro sin público y después del partido nos fuimos a Morteros. Entrenamos y se decidió que no se iba a jugar por el COVID-19. Los dirigentes nos dijeron que cada uno se podía ir a sus respectivas casas hasta que nos avisen para volver. Entonces tomé la decisión de ir a Chaco. El colectivo pasaba cerca de Santiago del Estero y le dije a mi hermano si me podía buscar y lo hizo. Gracias a esa decisión no tuve problema para entrar en ese momento porque estaba iniciando todo el tema sanitario”.
Uno de los detalles importantes que también jugó en la decisión de retornar a la tierra colorada fue la chance de disputar un torneo internacional. “Jugar la liga Sudamericana es un plus más de motivación y compromiso hermoso. Yo ya había participado antes y el año pasado también con Salta”, subrayó Schoppler.
Cabe destacar que Christian es padre de dos hijos (un varón y una nena nacida recientemente) y su familia siempre se mostró a gusto en la Capital del Monte. “Misiones es hermoso, siempre me gustó. Cuando viví en Oberá me sentí como en casa tanto yo como mí familia. Nos encantó”, cerró el habilidoso jugador que espera con ansias empezar con los trabajos de pretemporada que arrancarían en el mes de septiembre.
Fotos: Prensa OTC.