El club Tokio transita su segundo mes de entrenamientos con protocolos de bioseguridad, tras la suspensión por la cuarentena. La institución no solo es la segunda casa de los jugadores actuales, sino que alberga a profesionales que se han iniciado en la entidad “japonesa” y hoy necesitan un lugar para seguir puliendo su juego en pleno aislamiento.
Más allá que en los últimos años se ha perdido el concepto de que “los clubes son la segunda casa de los chicos”, hay algunos que se resisten a la cruda y triste realidad. Uno de los casos es el club Tokio de Posadas, que en plena pandemia fue adaptándose a los protocolos de bioseguridad y fue pionero en habilitar los entrenamientos presenciales (primero en pequeños grupos y luego con juegos 5vs5) con mucha responsabilidad.
La institución “oriental”, ubicada en la esquina de las calles Belgrano y Felix de Azara, es la de mayor reconocimiento nacional, tanto por su trayectoria en campeonatos nacionales, por sus títulos regionales y provinciales, como por las promesas que ha sacado y han llegado lejos llevando la bandera de Misiones.
Hoy muchos de los ex jugadores del conjunto “nipón”, que forman parte del profesionalismo y viven en distintos puntos del país, aprovecharon el parate por el COVID-19 para seguir desarrollando su juego y su capacidad física en su propia tierra. Y cómo no hacerlo en el club que los vio nacer en la actividad, el mismo que hoy les abre las puertas como aquel primer día, como si fuera su propia casa: el moderno “Jorge Yamaguchi”.
La referencia es para Franco Benítez, Daniel Tabbia y Nelson Peralta, los dos primeros con reciente paso en la Liga Argentina, tanto en Central Argentino Olímpico de Ceres y Tiro Federal de Morteros, respectivamente; mientras que el tercero en el Torneo Federal con Sol de América de Formosa.
“Para nosotros es muy importante no solo mantener una relación directa con los jugadores profesionales nacidos en el club, sino que ellos puedan sentirlo siempre como su casa, el lugar donde pueden volver a entrenar o jugar y devolverle al club también mucho de todo lo que les pudo haber dado durante sus inicios”, destacaron desde la institución.
Y agregaron: “También desde la experiencia que ellos tienen por su desempeño profesional nos ayudan a nosotros a mejorar nuestro nivel de competencia interna, como así también ayudan al crecimiento del trabajo de los entrenadores. Es una relación sana de ida y vuelta, donde el sentido de pertenencia juega su rol mas importante”.
Por su parte, el entrenador de Tokio, Agustin Ponissi, quien es el encargado de orientar a dichos deportistas con prácticas en horarios especiales, reconoció que “trabajar con jugadores profesionales siempre es un lindo desafío, en este caso particular hacerlo con personas respetuosas del tiempo y del espacio que le brindamos y que valoran el trabajo que uno puede darles hace que todo sea mucho mas enriquecedor para ambas partes”.
Para finalizar el joven coach destacó que los entrenamientos también le sirven a él para su crecimiento. “Tanto Daniel, Franco y Nelson se pusieron a disposición para realizar planes de trabajo que fuimos adecuando a lo que ellos necesitaban en este periodo de receso, en una situación también tan particular como la que estamos viviendo. Trabajar con este tipo de jugadores te obliga a mantener siempre un nivel de exigencia más alto y obviamente una mayor atención a los detalles o los conceptos que trabajamos, eso para el desarrollo de cualquier entrenador es muy importante”, concluyó el DT, quien junto a las autoridades dejaron en claro que el “templo” es de todos los que dejaron su huella y ratificando el compromiso de un club deportivo y social.