Misiones Básket tuvo un mano a mano con el pivote santafesino, Santiago González, quién eligió Posadas para establecerse familiarmente. ¿Cuál es su vínculo con la ciudad?¿Jugaría en OTC? ¿Continuará en el básquet de elite? Leé la nota y enterate mucho más de nuestra charla con uno de los jugadores más reconocidos dentro de la Liga Argentina.
Si hablamos de la Liga Argentina, tenemos que hacer referencia a uno de los jugadores que es sinónimo de éxitos en esta categoría: Santiago González. El oriundo de Santa Fe, próximo a cumplir 37 años, es el hombre de los ascensos en la segunda divisional del básquet nacional con cuatro en total.
Su historia comienza en Gimnasia y Esgrima de Santa Fé a los cinco años, un primer paso que luego se extendería por una decena de clubes: Boca, Lanús, Echagüe de Paraná, Racing, Pedro Echagüe de Avellaneda, Pedro Echagüe de Capital, Monte Hermoso, Argentino de Junín, San Martín de Corrientes, Instituto de Córdoba, Salta Basket y San Isidro de San Francisco.
Sin dudas su carrera deportiva está marcada por experiencias y triunfos, pero sobre todo por sacrificio y dedicación, teniendo en cuenta que Santiago es Psicólogo Deportivo, una profesión con la que creció a la par del básquet y en la cual conoció a quién hoy es su compañera de ruta: Melania.
Actualmente, el pivot de 2.03 se está instalando en Posadas junto a ella y sus dos hijos: Benjamín de 5 años y Joaquín de 2. “Desde el 2011 que mi mujer me viene acompañando con el básquet profesional y la pandemia nos dió el empujoncito que faltaba para poder estar definitivamente en un lugar. Vine a la provincia de ella a establecerme familiarmente”, expresó el santafesino el día que arribó a la capital misionera en un ida y vuelta con Misiones Básket.
González se especializó en la rama deportiva dentro de la psicología, un factor que en tiempos de pandemia y de incertidumbre ocupa un rol fundamental en la cabeza de cualquier basquetbolista, incluso la suya: “Aunque pasó por mi cabeza dejar de hacer cosas, cuando se dijo que se dejaba de jugar intenté seguir entrenándome para mantenerme bien físicamente y eso ayudó a focalizarme para estar bien. Los deportistas vivimos un año con circunstancias que no se pueden controlar”, explicó el pivot.
Además hizo referencia a su profesión, la cual un poco lo mantuvo activo en este 2020: “Pude tener muchas actividades por el lado de la psicología del deporte, di muchas charlas en diferentes clubes y categorías. Además de reinventarme familiarmente para poder disfrutar y armar la rutina de otra manera. El factor psicológico es un factor influyente en pandemia. La habilidad psicológica que se puso en juego fue la motivación”.
El experimentado jugador, quién cumple el aislamiento domiciliario tras llegar hace un par de días a Misiones, ascendió en cuatro oportunidades a la máxima categoría: con Argentino de Junín en 2010 y 2012, San Martín de Corrientes en 2014, e Instituto 2015. A inicios de este año el referente de la categoría se encontraba en Salta Basket, institución que se armó para pelear el campeonato en una lucha que podía darse incluso ante un misionero que venía muy bien: Oberá Tenis Club. También opino del “celeste”: “Estoy contento para bien por el crecimiento del club. Vi las remodelaciones, es bueno ver cuando la gente trabaja para el beneficio del club y no propio. Los felicito y espero que varios clubes puedan tomar su ejemplo”.
Buscando un orden personal y familiar, y con lo deportivo algo relegado fue sincero: “si me consultaban hace un par de años si venía a Oberá capaz decía que si. Hoy no me veo jugando muchos años mas, tengo al deporte en pausa lo cual no significa que me haya retirado, estoy dispuesto a seguir”, finalizó.