El Calamar se llevó el duelo definitivo de la Gran Final, imponiéndose por 81-60 ante San Isidro de local en Vicente López. La serie se cerró 3 a 2, con los de Saavedra llevándose el título de la temporada y ganando el ascenso a La Liga Nacional. Pablo Bruna fue el MVP de las finales.
En lo que fue una final apasionante y dándole cierre a una campaña espectacular, Platense se consagró campeón de la Liga Argentina 2018/19 oganizada por la Asociación de Clubes (AdC). El Calamar le ganó a San Isidro por 81-60 y se alzó con el título de la temporada, adjudicándose también el ascenso a la Liga Nacional.
La gran final de la Liga Argentina se cerró 3 a 2 con festejo local para los dirigidos por Alejandro Vázquez, dentro de una noche en la cual brilló Pablo Bruna, el MVP de la serie decisiva que este miércoles aportó 8 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias. Dentro de los máximos destacados también hay que mencionar a Felipe Pais, autor de un completísimo trabajo de 18 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias.
Con Rodrigo Sánchez mermado físicamente, San Isidro cambió su 5 inicial mandando a Santi González como titular (completaron Rodríguez Suppi, Corzo, Haag y Cambronne). Por el lado de Platense, el quinteto no varió (Bruna, Pais, Lugrin, Blossom y Essengue). Los primeros minutos del encuentro fueron muy luchados, con poca efectividad de cara al aro pero con una intensidad digna de un partido definitivo. Las transiciones rápidas y el movimiento de balón predominaron las acciones, y dentro de un arranque donde las defensas fueron determinantes, Platense fue el primero en reflejar su mejor pasaje dentro del tanteador.
Tras errar tres triples consecutivos, Platense comenzó a apoyarse en la defensa para conseguir puntos adelante, corriendo la cancha y con claras llegadas al aro para vulnerar la oposición de Sani. Así fue como sacó un parcial de 8 a 0 para tomar distancias de 10-4 en los primeros seis minutos. Esto obligó a Torre a pedir minuto para reordenar a la visita, que cometió errores en el traslado de balón y tampoco fue efectivo. ¿El resultado? Corzo rompió una sequía de nueve ofensivas marradas en los cordobeses.
Más allá de eso, Platense tuvo un plus de ventaja durante los primeros diez minutos y lo sostuvo. San Isidro cometió algunos fallos en ofensiva (lanzó 4/13 en cancha, con 1/7 en triples y 1/4 en libres), y eso lo llevó a dejar la oportunidad de acercarse más en el tanteador. Así fue como Platense, moviendo el banco, lo cerró mejor: 16-10, exhibiendo todo su poderío defensivo para eclipsar a los sanfrancisqueños.
San Isidro siguió viéndose errático en el segundo episodio, y es que en intensidad y efectividad Platense estuvo un paso por arriba y de a poco fue desconcertando a la visita. Sin mucho peso en el juego interior, los cordobeses no solamente tuvieron problemas en la pintura con las variantes calamares (Blossom, Essengue y Pappalardi), sino también en el exterior con el manejo de Bruna, los puntos de Pais y un siempre peligroso Goldenberg. Por eso la balanza se inclinó más en favor del dueño de casa, que se escapó a once (25-14) con 3:35 por jugar.
La diferencia terminó siendo mayor con el correr del tiempo, porque Platense entró en lo que fue su mejor momento de la primera mitad y dio una fuerte estocada: parcial de 12 a 5, que se encendió mucho más por el aliento y el intenso clima que bajó desde las tribunas, y el Calamar se fue al descanso con un firme 37-19. A lo hecho en el inicio, en este capítulo los dirigidos por Vázquez le sumaron puntos valiosísimos en ofensiva, con dos triples de Lorio al hilo que encendieron la cancha y un Blossom cada vez más protagonista (clave con 10 puntos y aportando en ambos los costados). El segundo capítulo se resumió en un dominante 21 a 9 por parte del local, tramo que abrió una gran brecha pensando en la segunda parte del encuentro.
Felizmente para Platense la brecha aumentó, aunque para San Isidro fue todo lo contrario y sin fortuna el pozo se hizo más profundo. Corzo anotó los primeros puntos de los Halcones en el parcial restando 5:26 del final, lo que demostró la sequía visitante y lo difícil que fue la noche para los sanfrancisqueños. Más allá de aquellos puntos, la distancia que tomó el Calamar pasó a ser superior a treinta unidades, comenzando a definir el encuentro desde temprano y con un 54-24 restando más de 3 minutos para culminar el tercer episodio.
Con el juego un poco más abierto, San Isidro encontró un poco más de fluidez y una rachita de puntos para maquillar la diferencia, aunque aún así la distancia era de 22 al terminar el penúltimo cuarto: 60-38 a favor de un local que tuvo la historia bajo control.
Dentro del remolino que significó el comienzo del último segmento, Sani encontró un rápido recorte de puntos con un parcial de 8 a 2, con un juego rápido y el importante trabajo colectivo para habilitar las penetraciones de González junto con el trabajo de Suppi gravitando en el armado. Pero aún así Platense reaccionó rápido y no permitió que eso se vuelva una total amenaza, porque más allá de que bajó su intensidad encontró valiosas conversiones con Pais, Lugrin y Goldenberg para sostenerse.
Aunque Sani pudo disminuir la diferencia por momentos, Platense no se fue de foco y controló el final. Terminó siendo victoria de los de Cholo Vázquez por un gran 81-60, poniéndole cierre a las Finales de la Liga Argentina, adjudicándose el título de campeón de la temporada y ganando en ascenso a la máxima división. Platense concretó el sueño después de buscarlo y ya es de Liga.
Fuente: LNB