El mega crack misionero, Ernesto “Finito” Gehrmann, figura del seleccionado argentino de básquetbol en las décadas del 60 y 70, recibió un nuevo homenaje en Posadas con la inauguración de un nuevo museo en el Polideportivo que lleva su nombre, donde se puede revivir parte de su gloriosa historia deportiva. “La verdad que estoy muy emocionado, valoro mucho estos reconocimientos”, destacó el gigante de 78 años.
Con el paso del tiempo la figura de Ernesto “Finito” Gehrmann sigue agigantándose. El gigante de 2.11 metros, quien fuera uno de los mejores jugadores de básquet que dio nuestro país, volvió a recibir un mimo -bien merecido- con la inauguración del nuevo museo en el Polideportivo que lleva su nombre en Posadas. La muestra, que refleja parte de su gloriosa historia en clubes y el seleccionado argentino, está compuesta por fotos, indumentarias, recortes periodísticos y una pelota (la que se utilizó en la inauguración del “Poli”) firmada por él.
A las instalaciones del coteto escenario que cuenta la capital provincial, ubicado en las avenidas Comandante Rosales y Rademacher, se dieron cita dirigentes, funcionarios, periodistas y jugadores, ya que también se disputó el clásico capitalino entre Tokio Rojo y Mitre por el Torneo Clausura. Todos se mostraron muy emocionados, aplaudieron y se sacaron fotos con la gloria del deporte misionero de 78 años.
“Me sorprendió la concurrencia, de jugadores de antes y de ahora, estoy muy emocionado y contento, valoro mucho estos reconocimientos. Veo todos estos recuerdos y me da mucha nostalgia. Hoy uno no vuelve a eso (risas)”, destacó “Fino” en un ida y vuelta con Misiones Básket.
El ex goleador del seleccionado argentino en mundiales (en 2010 un tal Scola le arrebató ese récord) se mostró emocionado al hablar de su carrera. “Rechacé la oportunidad de jugar en el básquet universitario estadounidense (Denver) y hoy me arrepiento. De la Universidad a la NBA antes había un solo paso en ese tiempo”, recordó. Y agregó: “A ellos siempre la hacia muchos puntos las veces que jugábamos y tenían jugadores como Parish y McHale, figuras de los Boston Celtics, así que creo que allá iba andar bien también”.
Gehrmann, además de vestir los colores de Tokio, el seleccionado misionero y Gimnasia de la Plata, fue ídolo en el poderoso Palmeiras de Brasil. “Los brasileros no querían extranjeros y fui el primer argentino que triunfó allá, ellos eran bicampeones del mundo. Fui el goleador del estado de San Pablo, incluso me querían nacionalizar”, rememoró.
“Fino” volvió a ser homenajeado y bien merecido lo tiene. Un grande entre los grandes que ha dejado un legado irrepetible.
Fotos: El Territorio y Prensa Municipalidad de Posadas.