Más allá del resultado, que es importante, el equipo de Hernández necesita volver a mostrar el juego que lo llevó a la final del Mundial. Será desde las 9 por Tv Pública, TyC Sports y Marca Claro (YouTube).
Argentina (0-1) vs España (1-0)
Hora: 21:00 en Japón y 9:00 en Argentina. Grupo C.
TV: TyC Sports, TV Pública y Marca Claro.
Árbitros: Guilherme Locatelli (Brasil), Ademir Zurapovic (Bosnia Herzegovina) y Omar Bermúdez (México).
Estadio: Saitama Arena (Tokio, Japón).
Historial en JJOO: España 2-0 (87-76 en 2004 y 92-73 en 2016).
Resultados previos: Argentina 100-Eslovenia 118; España 88-Japón 77.
Después de un debut ante Eslovenia que dejó no solo una amplia derrota sino un montón de preguntas por responder, la Argentina se enfrenta mañana a la mañana a España en su segunda presentación en los Juegos Olímpicos de Tokio, con la necesidad de ganar para avanzar en su deseo de clasificarse a los cuartos de final, pero más que nada con la urgencia de cambiar la imagen y el juego que mostró ante los eslovenos.
Argentina cometería un error grave si le adjudicara todos los motivos de la derrota a la actuación de Luka Doncic, brillante por cierto. La realidad marca que, más allá de no haber encontrado la forma de neutralizarlo (o de anular su juego hacia los demás), Argentina jugó un muy flojo partido ofensivo, donde los 100 puntos que anotó no marcan ninguna virtud. De hecho, terminó decorando un resultado en -18, cuando podría haber sido -30 de igual manera.
¿En qué falló Argentina? Ofensivamente, en muchas cosas. Se pareció muchísimo al de los dos amistosos ante Nigeria y Estados Unidos, atacando de forma desordenada, tomando malos tiros y, sobre todo, malas decisiones, que no siempre tienen que ver con los lanzamientos. Perdió pelotas no forzadas, no se pasó el balón, no buscó al jugador libre y ese mal andar adelante, fue ponerle todos tiros en el punto del penal a Doncic, que le sacó jugo a cada error.
La otra gran falencia fue en el aspecto rebotero. Eslovenia no es un equipo tan grande físicamente y le sacó 27 rebotes de diferencia, 59-32. Dieciocho ofensivos. Es cierto que Argentina sabe que va a perder los rebotes (en el Mundial, 29-42 vs Serbia, 27-47 vs España, increíble 41-36 vs Francia), pero no de forma tan escandalosa. Para resumir, antes de enfocarnos en España: formó una tormenta perfecta: malos ataques, malos tiros, malas decisiones, mal en el rebote y un demonio enfrente.
Pero Eslovenia es pasado y ahora llega España, el campeón del mundo, al que se enfrentó justamente en la final del 2019, único partido que terminó con derrota para los de Hernández, sin competir. España ganó por 20 dominando el trámite desde el minuto 1, con una defensa especial de Oriola sobre Scola y de España sobre el pick and roll de Campazzo (a propósito, ¿y el pick and roll de Campazzo?), que anularon los caminos argentinos al cesto.
España no parece ser el mejor rival para recuperarse, si lo que se busca es un recorrido sencillo. Pero sí parece ser uno bueno si lo que se busca es el desafío de ir al límite en el momento límite. Argentina puede perder y clasificarse igual para cuartos de final con ciertos resultados no tan ilógicos. Pero el punto pasa por volver a ser lo que fue, no en nivel, sino en la forma. Perder, llegado el caso, jugando con su estilo, dentro de una línea.
El Contra España tendrá muchos obstáculos. Scariolo y el plantel, más curtido que los otros 11 equipos juntos, tienen todo muy claro, la autoestima alta, líderes vocales, líderes en juego, muchísima experiencia, mañas, todo. Ricky Rubio hace y deshace en FIBA como nunca ha podido hacerlo en la NBA y es feliz. Y su felicidad hace felices a los demás, porque alimenta y deja contentos a todos. España, como ocurre en Argentina con Scola, tiene a un Pau Gasol de 41 años que en los últimos 28 meses jugó 3, pero que sabe que está para algo chico, un acompañante de lujo.
Los bases generan mucho juego (Chacho también), Marc Gasol genera mucho juego, tiene tiradores, tiene talla, tiene oficio, tiene calidad y tiene cantidad. Y tiene a un entrenador que está en su mejor momento también, tras tres años en la NBA que le dieron un upgrade al excelente entrenador que ya era.
¿Por dónde pasará el juego? Evidentemente, ambos buscarán jugar a cosas distintas. Argentina a correr y subir las posesiones, aunque sin la exageración del debut, mejorando la calidad de sus tiros, y poniéndole mucho énfasis a una defensa que, en parte, se le simplificará desde lo organizativo. España es más que Eslovenia, pero Doncic es más complicado para defender que nadie. Incluso Scola, que en el esquema defensivo contra Eslovenia quedó bastante expuesto, es probable que hasta se sienta más cómodo contra España.
El otro punto clave para Argentina será defender con constancia y regularidad los 40 minutos, y eso incluye el tema de los rebotes. Si Argentina juega más posesiones, pero le da muchas segunda opciones a España (¡Eslovenia tiró 84 y tuvo 97 posesiones!), la ventaja conseguida en un lado se evaporará pronto. En los 6 años que el grupo que heredó a la GD lleva junto, sumando más éxitos que derrotas, esta es una situación nueva. Ver cómo reaccionan puede ser el comienzo de algo.
Yendo a lo puramente numérico, habrá que ver primero el resultado de Eslovenia-Japón, pero de todos modos, lo peor que puede hacer Argentina es pensar antes en la diferencia que en su juego. No puede meter demasiadas cosas en su cabeza. Su prioridad debe ser volver a jugar bien ofensivamente. Punto uno. Insoslayable. Segundo, defender bien. No negociable. Si haciendo eso, España la supera, bueno, habrá que intentar que el trámite sea parejo. Pero eso va último. Para chances y resultados y obligaciones estará el cierre ante Japón. Porque si no, lo único que se habrá conseguido es estirar un partido la participación, sin solucionar los temas de fondo.
Fuente:Basquet Plus