Malone, Stockton, Miller y Barkley, entre otros, nunca pudieron salir campeones de la NBA. Michael Jordan fue el mayor culpable.
El principio de causalidad es un clásico en las ramas de la filosofía y la ciencia. Este fundamento dice que todo evento y toda situación tienen una causa y también un efecto. Según este precepto nada sucede de manera aislada, y todo está conectado por medio de un proceso de interacción. Unas cosas suceden a otras, y con frecuencia en el mismo orden. Los primeros mencionados serían las causas, y los segundos los efectos.
Causa y efecto. Parece simple, pero no lo es. Es una manera de explicar y concebir el mundo. También es una forma de entender a la NBA en la época de Michael Jordan, quien fue la causa de un efecto: que muchos jugadores jamás puedan consagrase campeones de la liga. Talento combinado con determinación y ambición. Competitividad al extremo, al punto de ser adictiva. Así era el 23 y por culpa de eso muchos no pudieron tener anillos.
Los primeros (y más importantes) en nunca salir campeones fueron Karl Malone y John Stockton, quienes en los 90 jugaban en Utah Jazz. En aquel entonces su equipo era el mejor de la Conferencia Oeste y enfrentaron en las finales de la NBA a los Bulls en dos oportunidades. Sin embargo, en ninguna de las dos oportunidades pudieron derrotar a Chicago y perdieron ambas series por 4-2 en el global, tanto en 1997 como en 1998.
Charles Barkley fue otro de los grandes jugadores que no pudo sonreír al final del camino por culpa de Jordan. Lo más cerca que el calvo estuvo de ganarle fue en la temporada 1992/93, cuando vestía los colores de Phoenix Suns. Los de Arizona habían puesto contra las cuerdas a los de la ciudad del viento, pero finalmente Michael y los suyos liquidaron la serie en el sexto partido, luego de un triunfo por 99-98, gracias a un épico triple de John Paxson.
En New York tampoco pudieron visualizar la gloria en los 90 por causa de Jordan. ¿La razón? Chicago los eliminó en playoffs en la 1990/91 (primera ronda), en la 1991/92 (segunda ronda), en la 1992/93 (finales del este) y en la 1995/96 (segunda ronda).
Sus última víctima fueron el tirador Reggie Miller y el base Gary Payton. El primero perdió en las finales de la conferencia del este en la temporada 1997/98, cuando los de Indiana Pacers forzaron el séptimo juego, pero no lograron la victoria (83-88). El guante, por su parte, chocó ante Chicago en las finales de la liga en 1995/96. Allí el base y Shawn Kemp estuvieron también cerca, pero finalmente los Bulls ganaron la serie por 4-2.
Fuente: Basquet Plus