El jugador de Luz y Fuerza y Los Yaguaretés recibió su premio a la constancia en el entrenamiento con la “naranja”, al ser citado por la selección nacional de Básquet Adaptado que se entrenará del 8 al 11 de febrero en el CENARD. “Hoy estoy cumpliendo un sueño, es emocionante”, admitió “Licha”.
De Maradona a Jordan o de Messi a Ginobili. De la Champions League a la NBA. Del fútbol al básquet. Simple ¿o no? En fin, las vueltas de la vida. De eso sabe y mucho Lisandro Zarza, el posadeño que hace cuatro años se volcó por explorar el mundo de la “naranja” y sin pensar se enamoró de un deporte que al principio odiaba. “En estos momentos se me caen las lágrimas, pero para mi es un orgullo inmenso lo que me está pasado, estoy cumpliendo un sueño de chiquito. Por ahí antes que me amputaran la pierna tenía el sueño de ser jugador de fútbol, viajar y estar en la selección, pero las vueltas de la vida hacen que hoy justamente la selección se fijara en mi en otra disciplina, es un honor y una alegría inmensa”, cuenta “Licha”, quien es jugador del club Luz y Fuerza y de Los Yaguaretés, y que recientemente fue convocado por el elenco nacional de Básquet Adaptado U21 para formar parte de los entrenamientos que se llevarán a cabo en el CENARD del 8 al 11 de febrero.
Volviendo al relato de la génesis de su llegada al deporte comentó que “decidí jugar al básquet porque mi papá y mi familia me decían que habían chicos que me estaban invitando, pero yo odiaba y no quería saber nada. Y bueno, un día fui, probé la silla y me empezó a gustar de a poco el mundo del básquet. Cada vez fui investigando más y me fui metiendo de lleno a un nuevo mundo y un nuevo desafío para mí”, manifestó el player capitalino.
“Yo no estaba enterado de nada, un día viene mi “profe”, Carlos Castro, en pleno entrenamiento y me dice “Licha”, no es 100% confirmado pero hay grandes chances que el seleccionado te convoque. Para mi fue una alegría inmensa, lo primero q hago es mirar a mi viejo y se me empezaron a caer las lágrimas, casi no me dio tiempo de festejar así que tuve que jugar lo que restaba del partido llorando con mi viejo en cancha. Fue algo muy lindo gracias a dios”, narró el posadeño de 18 años. Y siguió: “Uno siempre espera una noticia así, el sueño de cualquier chico es en algún momento jugar para su país, eso es llegar a lo más alto y gracias a dios hoy lo estoy cumpliendo”.
En cuanto a su preparación, el único representante misionero en la convocatoria, que se entrena los lunes y miércoles en el Instituto Politécnico San Arnoldo Janssen de 14.30 a 16.30, señaló que empezó la pretemporada como cualquier chico. “No tenía en mente que la selección se estaba fijando en mi, yo siempre entreno para mi, para mis compañeros, para poder aportar lo poco que sé y también ayudarlos a ellos en todo momento”.
Haciendo referencia al contexto sanitario y cómo influyó en sus entrenamientos, el joven del barrio Alta Gracia, que el año pasado culminó sus estudios en la secundaria, comentó que “la pandemia fue algo que nadie esperaba, algo que uno nunca pensó q iba a pasar y llegó en el momento menos indicado. Si bien el año pasado tenía chances de ir, pasó todo esto de la pandemia y retrocedió todo, y por ahí uno veía que se iba alejando el sueño pero nunca me di por vencido, seguí entrenado en casa o salía por ahí a tirar al aro, nunca dejando de lado los entrenamientos y siempre enfocado en mejorar y ser constante. En octubre empezamos los entrenamientos y por suerte ahí a uno se le hace más fácil y mejor. Con los chicos desde ese momento estamos a full y muy enfocados en lo que respecta a mejorar y ser cada vez mejores como equipo”.
LA CIRUGÍA QUE NUNCA FUE PERO QUE TERMINÓ SIENDO CLAVE
Cabe mencionar que Lisandro nació con problemas en todo el lado izquierdo del cuerpo, producido por un virus que su madre agarró cuando él estaba en su vientre. A los 11 años los médicos decidieron hacer la amputación de su pierna izquierda y desde ese momento “Licha” anda con prótesis.
“Todo esto no estaría pasando si yo me operaba la columna en 2018. Tenía programada una cirugía desde los 6 años, y a los 17 fue la edad perfecta para hacérmela, era la última cirugía de 18 que tenía y cuando hablo con los médicos, entre todas las restricciones que me dieron, me dijeron que tenía prohibido hacer cualquier deporte. Apenas me dijeron eso obviamente paré todo y no me hice la cirugía”, resaltó. Y añadió: “Si yo me llegaba a operar nada de esto iba a pasar, la pelota no se toca le dije al médico y supo entender, por suerte esta cirugía no me afecta a la salud, pero esto también es gracias al apoyo familiar y mis amigos”.
LOS ENTRENAMIENTOS CON LA “CELESTE Y BLANCA”
Las prácticas en Buenos Aires serán llevadas adelante por el entrenador del U21, Juan Domínguez. “No pude comunicarme con él, pero sí en el 2018 jugué un partido con los chicos de la selección y tuve la oportunidad de charlar con Juan y me dio el visto bueno, para mi fue una alegría inmensa que una persona como él felicitara. Un orgullo enorme” recordó.
“Hasta donde se son entrenamientos y algunos chicos de ahí serán citados para ir a jugar a Colombia, para después creo ir a los Paralímpicos en Tokio”, remarcó Lisandro.
Para finalizar, la emoción de apoderó del misionero: “Todo esto significa muchas cosas, alegría, garra, pasión y como siempre digo huevo, creo que es lo q se necesita para estar hoy ahí. Me pone muy feliz saber que voy a representar a mi país y mi provincia, algo que nunca pensé que pasaría”. Un campeón ejemplar.