Los Celtics venían de dos duros golpes, pero no se rindieron, fueron fuertes de la cabeza y pasaron lo peor de la tormenta. Fue triunfo apabullante por 111-89.
La pregunta que sobrevoló el campus de Orlando durante estos últimos días, más precisamente desde el jueves pasado, era cuánto podía pesar en un torneo entero una acción que duró 5 décimas. Sí, aquel triple de Anunoby en el juego 3, que pasó de dejar una serie 3-0 a otra 2-1, fue un tiro que pesó toneladas. Boston no se recuperó en el cuarto, pero hoy lunes tuvo la moral para plantarse en el campo y arrollar a los Raptors 111-89 para poner otra vez las cosas de su lado, 3-2, con Jaylen Brown como líder, con 27 puntos.
Y no es casual que el líder haya sido Brown. Primero, fue el que cometió el error en la defensa de Anunoby el jueves, y luego se mostró abatido en el juego 4, con 14 puntos, pero 4/18 de cancha, fallando sus primeros 7 tiros de tres puntos, y mostrándose todo el tiempo descentrado. Como líder de su equipo, no condujo al resto y Toronto puso la serie 2-2. Hoy lunes era el día de la redención. Y Brown fue su firme pastor.
Brown, uno de los jugadores de la NBA más involucrados en la demanda contra el racismo y la injusticia, demostró que su cabeza podía y debía volver a estar en el lugar indicado, y fue el hombre que marcó el rumbo, un rumbo que se resolvió muy rápido, podríamos decir desde los 19 segundos, cuando el propio Brown clavó el primer tiro del juego, y de tres puntos.
En tres minutos Boston estaba 9-3, en 9 llegaba a 18-5 y cerraba el primer cuarto 25-11. Un absoluto candado defensivo, aprovechando también una noche en ataque para el olvido de Toronto, que no metió los tiros difíciles, ni los medios ni los fáciles. Y eso evidentemente lo derrumbó para ser más consistentes atrás.
No hubo juego nunca. Boston siguió con la confianza alta, sacó 21 a los 7 minutos del segundo cuarto y de ahí en más solo fue cuestión de cuidar de no hacer lo que podía pasarle: hilvanar errores consecutivos que levantaran anímicamente a su rival y la tormenta se le volviera en contra. Esta vez fue serio, no permitió sorpresas y remató el juego en la primera mitad.
El final fue 111-89, con 27 puntos de Jaylen Brown (10/18 de cancha), seis jugadores en doble dígito, nadie jugando más de 37 minutos y un porcentaje de campo del 49.4%, caido al final por la ventaja. En el momento cumbre, llegó a ser del 56%. Lo contrario fue Toronto, que terminó disfrazando con casi un 39% su porcentaje final, cuando en el momento definitorio apenas pasaba el 30. Ahora, será cuestión de ver quién reacciona mejor. Toronto tiene la chapa de campeón y jugadores con mucha experiencia. Boston parece haber pasado lo peor de la ola, pero confiarse de eso podría ser su perdición.
Fuente: Basquet Plus