Alberto “Beto” Merenda, quien fuera parte de la historia grande del básquet misionero en la década del 80, falleció luego de ser operado de urgencia a corazón abierto. El ex deportista había sufrido un desgarro considerable en la vena aorta y no logró recuperarse del procedimiento. El básquet misionero despide a otra de sus glorias.
La sorpresa y el dolor que se respira en el básquet misionero son tremendos, porque dejó el mundo terrenal uno de los nombres que trascendió el color de una camiseta. Porque más allá de ser recordado en el ambiente con las casacas de Tokio o Luz y Fuerza, la de la Selección de Misiones siempre fue la que mejor le quedó. Beto disputó varios certámenes con el combinado provincial.
Si bien su estado siempre fue delicado, y según los médicos eran pocas las probabilidades de que pueda recuperarse, la esperanza de familiares y amigos siempre estuvo intacta. Tras seis horas de una exitosa operación permaneció en terapia intensiva, sedado, con respirador. Luego de que le retiraran los medicamentos su reacción fue buena en primera medida, aunque luego el panorama cambió y su corazón dejó de latir.
Las redes sociales se inundaron de mensajes de dolor por la triste despedida de un hincha de nuestro amado deporte. Chau Beto, gracias por amar al básquet.