A un mes del comienzo de los entrenamientos en cancha en Misiones, el interno de Tokio, Nicolás Falero, hizo un balance de las prácticas que llevan adelante con estrictos protocolos por el Covid-19. “La vuelta a la competencia será rara para todos”, opinó.
La vuelta de los entrenamientos ha sido un mimo al alma para jugador en la tierra colorada. A un mes de aquella noticia, que fue recibida con muy buenos ojos por parte del mundo “naranja”, los jugadores comienzan hacer un balance de cómo llevan adelante cada una de las jornadas de prácticas con los estrictos protocolos de bioseguridad en plena pandemia por el Covid-19.
“Estoy muy contento de que ya llevemos un mes entrenando en el club. Si bien nunca paramos, porque entrenábamos vía zoom la parte física y la táctica, no está ni cerca de ser lo mismo que estar en una cancha”, manifestó el pivot del primer equipo de Tokio, Nicolás Falero, quien se prestó a una charla con Misiones Básket.
En relación a cómo están aprovechando la hora de entrenamiento por grupos de 4 a 6 jugadores dijo que “al equipo lo veo bien adaptándose a esta nueva realidad de protocolos de bioseguirdad pero nos está sirviendo para enfocarnos puntualmente en lo que quiere Agustín (Ponissi) de cada uno de nosotros con respecto al equipo. En mi caso estamos trabajando en mi postura y movimientos de pies de espaldas al aro, que en temporada regular casi no hay tiempo de trabajarlo por la dinámica de los torneos”.
Aunque Misiones sigue siendo una burbuja en una región en alerta por la cantidad de casos en Chaco y Brasil, el desafío sigue siendo el cuidado sanitario de todos, que es la única vacuna para superar esta situación que, en algún momento, deberá terminar. “Estamos bastantes ansiosos por la vuelta de la competencia, pero hay varias etapas previas por la que tenemos que pasar para volver a tener partidos. También adaptarnos que casi seguro los primeros juegos serán a puertas cerradas y eso será muy raro para todos”, finalizó Falero.