El nuevo entrenador analizó su llegada al equipo, el diagnóstico de lo que ocurrió en China y Tokio, y cómo se adaptará al plantel.
El Che tiene claro que falta altura y potencia, por eso buscará potenciar otras virtudes. Habla del estilo, de lo que pasó en el Mundial y Tokio, de las ventanas y de quiénes podrían acompañarlo…
Hoy es el Día 1 de Néstor García en la Selección. Una nueva era, pero con la misma ilusión de siempre. El bahiense de 56 años llega “a cumplir mi sueño, el que deseo hace mucho tiempo”, gracias a una trayectoria de 33 años como técnico profesional, aquella que arrancó como head coach en la Liga Nacional, a los 25. Desde aquel día –fue cuarto y subcampeón en sus primeras dos campañas- hasta hoy, salvo excepciones, el éxito lo acompañó, a nivel de clubes y selecciones. Ahora buscará repetirlo en una “nueva etapa que comienza el básquet argentino, buscando respetar un legado que es marca registrada”, según contó en charla con Prensa CAB.
-¿Qué evaluación hacés de lo que se viene, pensando en lo que pasó en el Mundial y en Tokio?
-Lo del Mundial fue apoteótico. Hoy te das cuenta lo que fue, más después de lo que vimos en Tokio. Lo de los Juegos son cosas que le pueden pasar a cualquier seleccionado, en un contexto mundial de mucha paridad y competencia. Eslovenia, por ejemplo, no fue al Mundial y todos vimos lo que hizo ahora en Japón. Esto, a nivel internacional, es un sube y baja constante y lo más difícil es mantenerse. Lo que se hizo en los últimos años no es nada fácil, estamos en un lugar de privilegio que debemos mantener. Ese es mi principal objetivo, dentro de una nueva etapa en la que ya no estará Luis (Scola), por ejemplo, quien además de líder, era el goleador del equipo. Hay trabajo que hacer.
-La Selección, hace años, juega de una manera y se comporta de una forma, ambas elogiadas en el mundo entero. ¿Qué has visto desde afuera y qué pensás tomar o mantener?
-Desde afuera vi una identidad muy clara y yo buscaré lo mismo, teniendo claro que el juego está por encima de todo y si no nos encargamos del juego, el juego se encarga de vos. Yo tengo claro que voy a ser más seleccionador que un entrenador. En este cargo no hay tiempo… Las ventanas son cortas, no hay tantos días para trabajar y tendremos que adaptarnos a las distintas circunstancias que se nos presenten. Debemos ver quiénes vendrán de afuera, quiénes no y ser prácticos y simples, porque recién antes del Mundial podremos tener un tiempo largo para trabajar con un grupo de jugadores.
-Hablando justamente de eso, del poco tiempo, de las ventanas que se vienen, tan rápido como en dos meses. Los jugadores de Euroliga y de la NBA no podrán estar. ¿Pensaste ya en cómo armar el seleccionado para disputar la clasificación para el Mundial 2023?
-Todo va a depender de lo que hable con la dirigencia, aunque está claro que voy a querer tener al mejor equipo posible. Pero todo hay que analizarlo de otra forma, hoy tiene mucho que ver las aperturas que tengan los países por la pandemia. El cómo entrás y salís de un país será determinante. Ya no pasa por decir “quiero a estos 12”. En 10 días estaré en el país para ver la Liga Nacional, hablar con los jugadores, ver la predisposición de los clubes y analizar el tema viajes, las consecuencias de cada situación. Hoy todo cambió. No sólo hay que evaluar lo deportivo, tendremos que acomodarnos a una realidad distinta. Pero está claro que llevaremos a lo mejor que podamos. Tendremos ocho partidos antes de la Americup 2022, que es otro gran objetivo que tendremos.
-Ya dirigiste selecciones a las cuales les sacaste el jugo máximo a su personal y lograste hasta cosas sorprendentes. Con Argentina tal vez tendrás otra presión. ¿Cómo lo ves?
-No hay dudas que es una gran responsabilidad, la mayor de mi carrera. Pero en las Selecciones que estuve siempre repetí que en la cancha son 5 vs 5, donde muchas cosas se ponen en juego: la estrategia, la táctica, el juego físico y lo mental. Argentina tiene talento, jugadores que han llegado a lugares impresionantes, pero como otros 20 equipos en el mundo. Espero poder potenciarlos y que el equipo hable, pero siempre buscando jugar sin miedo. Ni a ganar ni a perder.
-¿Cómo querés que juegue tu Selección argentina?
-El básquet, hoy en día, puede jugarse de muchas formas. Me gustaría que seamos inteligentes para el talento que tengamos. Lo definiría como un básquet mental, porque físicamente no seremos los más dotados, en especial comparados con las grandes diferencias. No tenemos un grande intimidante y tampoco tendremos los puntos de Luis, por ejemplo. Deberemos disimular las ausencias y potenciar lo colectivo.
-¿Ya tenés claro quién te va a acompañar en el cuerpo técnico?
-Me gustaría que estuviera Leo Gutiérrez, con quien ya hablé para sumarse. También Pablo Prigioni, cuando pueda estar, porque sabemos que tiene una obligación en la NBA que le impedirá venir seguido. Por suerte he hablado con muchos jugadores y entrenadores que se han puesto a disposición, como Pepe (Sánchez), mi gran referente con quien tengo una relación personal y profesional, que ojalá se pueda sumar en algún rol cuando él pueda. Carlitos (Delfino) también me dijo que está. Bueno, son algunos ejemplos. Yo tendré la prioridad de rodearme bien, de hacer una conducción abierta, de diálogo, buscando consensos, escuchando y componiendo porque las puertas van a estar abiertas para todos.
Además, Néstor estuvo en el Twitch de la CAB y explicó que hace mucho no vive en el país, por lo que no tiene problemas con nadie. “Hablo con Dios todos los días, ¿cómo no voy a hablar con los de la Generación Dorada”, explicó.
Fuente: Prensa CABB