Nuevamente sin Adebayo y Dragic, Miami tuvo a un Jimmy Butler fabuloso (triple doble) y derrotó a los Lakers 115-104, poniendo la serie 1-2.
Sin Adebayoy Dragic otra vez por lesión, Erik Spoesltra sabía que necesitaría que todo saliera a la perfección y fuera un tanto distinto a partidos anteriores para tener chances. Lo logró durante casi todo el partido, con un maravilloso Jimmy Butler y un espíritu de lucha permanente y logró el milagro, venciendo a los Lakers 115-104 y dejando la serie 1-2. Butler fue el dueño del juego y terminó con 40 puntos, 11 rebotes y 13 asistencias. Monstruoso.
Miami comenzó con una defensa mucho más agresiva el partido, pero sobre todo complicando la recepción del balón de Anthony Davis, buscando que no tuviera tantas facilidades para su uno contra uno con ventaja física. Estuvo además atento a interceptar pases, muy comunicativos atrás, y eso generó que unos desconcentados Lakers metieran 10 pérdidas solo en el primer cuarto, 1 más que en todo el Juego 2.
Cuando le pasan estas cosas, que Miami usufructuó en una ventaja de hasta 13 puntos (22-9), Vogel tiene en su banca varios combos de características diferentes. Sacó a la cancha el combativo y físico, con Rondo, Caruso y Morris (Davis además sumó 2 faltas), y con ese quinteto (Kuzma y James los otros), lo llevó por delante a Miami, como dándole a entender que no iba a dejar que tomaran confianza. Alguna falta dura, más un poco de verborragia, más una mayor atención a la hora de pasarse el balón y, sobre todo, mejor puntería, lograron que los Lakers cerrarar en primer cuarto a 3 (23-26) y apenas arrancara el segundo, pasaran al frente por 1, 3 y hasta 4 (37-33).
Entonces tomó el control del juego Jimmy Butler. El alero se dio cuenta que la vía de gol de su equipo tenía que ser él, porque Robinson acertaba una de varias, no había nadie en la pintura que genere y los tiradores (Crowder, Herro, Nunn, Iguodala), no aportaban demasiado. Butler entonces se hizo cargo, básicamente con su uno contra uno pura potencia, para terminar cerca del cesto, y no encontró ningún rival que pudiera pararlo. Lo aprovechó al máximo para sumar 19 y poner al Heat otra vez adelante, hasta por 7, aunque estaba claro que con eso solo no iba a alcanzar. Pero al menos así controlaban el score y se mantenían en juego, sin tanto problema con Davis (afuera con 3 faltas), y esta vez bajando más el ritmo de posesiones, algo que en el juego 2 obró a favor de los Lakers. Al descanso largo se fueron 4 arriba (58-54).
Miami sorprendió con un arranque demoledor en el tercer cuarto, metiendo un 10-0 que le dio una inesperada ventaja de 14 (68-54), pero en un partido donde las rachas fueron usuales, los Lakers respondieron con otra de 8-0 que no duró mucho, porque Miami, al enorme partido que estaba haciendo Butler, le agregó buena decisiones de otros, como Olynyk, factor clave en el período con dos triples, que le dieron 12 de luz (83-71). Pero a Miame le costaba, con lógica, mantenerse, porque no tenía armas para cubrir todos los flancos. Y a los Lakers, los recursos le sobraban. Entre el final del tercero y el inicio del cuarto, LeBron empezó a asistir a los tiradores, que respondieron con 3 bombas, y entonces a los 3 minutos del último parcial, LAL estaba 91-89 adelante tras un golazo de Rondo.
Butler parecía descansar por momentos dentro del campo para tomar un poco de energía y volver, y ahí volvió una vez más. No solo anotando, sino manejando el ataque de Miami hacia donde pudiera conseguir una ventaja. Muchas veces a través de él mismo, jugando de espaldas cerca del cesto y sacando provecho de su potencia. En otras, dándole juego a Herro, o a Olynyk. No mucho más. No había demasiados soldados. Pero él siempre fue al frente, aunque intentaron intimidarlo jugándole al límite de la violencia. En definitiva, como al propio Butler le gusta, con lo cual se sintió en su salsa.
Los Lakers intentaron meterse en juego de diferentes formas, pero nunca lo lograron del todo. Miami pudo controlar su furia, no dejó que LA lo dominara en los rebotes, mantuvo fuera de circuito todo el partido a Davis (15 puntos en 9 tiros), y de alguna manera fue resolviendo cada problema que le iba surgiendo con inteligencia y tranquilidad, siguiendo su plan. Enorme triunfo 115-104, con una de las mejores actuaciones que se hayan visto en una final NBA en la historia. Butler terminó con 40 puntos, 13 asistencias y 11 rebotes y puso la serie ahora 1-2. LeBron salvó la ropa en los Lakers con 25, 10 rebotes y 8 asistencias, pero seguramente se sentirá en falta, porque no pudo encarrilar a los suyos. El martes, capítulo 4, ¿con Dragic y Adebayo?
Fuente: Basquet Plus