Tras un partido absolutamente electrizante, los Blazers lograron remontar y quedarse con el juego (100-96) a partir de un McCollum brillante.
Los Blazers llegaron a perder por 17 puntos en el segundo cuarto, pero lograron la remontada a partir de un gran trabajo defensivo y de una segunda mitad memorable de CJ McCollum: 100-96 en Denver, ni más ni menos que en el Juego 7 de la serie, lo que les otorga el boleto para las finales del Oeste ante los Warriors. Un par de acciones individuales de McCollum y un viaje perfecto a la línea por parte de Evan Turner, le pusieron cifras definitivas a un partido que tuvo todos los condimentos.
Portland está acostumbrado a producir en la adversidad y esta noche no fue la excepción. Perdían por 17 puntos en el segundo cuarto y sufrieron la baja de Rodney Hood (lesión de rodilla tras una cortina ciega) en el comienzo del tercero, pero nunca claudicaron en su objetivo de meterse en las finales del Oeste por primera vez en 19 años. Damian Lillard comenzó apagado (0/6 en sus primeros tiros de campo) ante una defensa muy intensa de los Nuggets, apoyada por todo el aliento de un público que se hizo sentir.
El escenario definitivamente se volvió en contra de un muy joven equipo de Denver, pese a la nuevamente descomunal tarea de Nikola Jokic (29 puntos y 13 rebotes): fallaron 16 triples de forma consecutiva y tuvieron varios errores de lectura en los momentos clave, cuando Portland se había puesto a tiro y cuando los superó a falta de un puñado de minutos. En el último cuarto fallaron 14 de sus primeros 18 tiros y los Blazers aprovecharon para pasar al frente; una vez que lo lograron, no entregaron nunca más el liderazgo en el marcador, algo que exponenció la presión de los dueños de casa.
Pese a que casi completó un triple doble (13 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias), el rendimiento de Lillard estuvo muy por debajo de lo esperado; sin ir más lejos, totalizó un 17.3 por ciento de efectividad en tiros de campo (3/17). Pero ante su bajo rendimiento, los Blazers supieron encontrar otros actores para el momento cúlmine y ahí estuvo la diferencia. CJ McCollum tuvo un partido fascinante: motorizó la remontada, ya que 14 de sus 37 puntos totales llegaron en el tercer cuarto; además fue indetenible en la chiquita y metió tiros cruciales para la clasificación. Kanter, Collins y Evan Turner también tuvieron pasajes específicos de dominio.
Portland ganó un Juego 7 en condición de visitante por primera vez en su historia, pero ahora va por otra épica: un mano a mano con los Golden State Warriors por un lugar en las Finales de la NBA.
Fuente: Basquet Plus