En el 1vs1 del ala pivot de Tokio con Misiones Básket dejó está anécdota que grafica por que se enamoró del deporte de la naranja. El esfuerzo que hacía su padre para que él y su hermano Junior puedan cruzar desde Paraguay para entrenar y jugar en El Coati de Eldorado cuando residían del otro lado de la frontera.
“Para mi hermano (Junior) y para mí era un constante esfuerzo ir a entrenar a Eldorado porque nosotros vivíamos en Paraguay” comienza su relato Peralta, uno de los referentes del elenco japonés que se prepara para el inicio del Torneo Federal de Básquet. “Mis padres tenían y todavía tienen un bazar allá (Paraguay), por eso los martes y jueves teníamos que pasar por ahí, buscar plata, cruzaba en balsa, ahí nos tomarnos el colectivo hasta la terminal de Eldorado y después caminábamos hasta el club”.
Nelson recuerda que “en ese entonces yo tenía 12 años, cuando comencé no tenía ni idea lo que era el básquet”. En su memoria está intacto el momento en el que llegaba al club “una hora y media antes de comenzar a entrenar y el DT de primera era (Horacio) Cabeza Santa Cruz. Como él ya estaba y me veía siempre me invitaba a comenzar a moverme”.
La parte más divertida del relato llega cuando recuerda lo que ocurría los fines de semana, días elegidos para disputar los partidos de la Liga Provincial en Formativas. “Los sábados no había balsa, entonces mi papá nos subía a un bote y nos cruzaba él por el Paraná remando. Nos dejaba en el puesto de la Prefectura y nosotros nos metíamos. Lo de prefectura se enojaban pero entendían nuestra realidad”.
Entre risas y nostalgia cuenta Peralta que los oficiales de la Prefectura Naval Argentina preguntaban “¿Ustedes son los Peralta? Bueno, pasen si van a jugar al básquet”. En la reflexión el “lungo” asegura que “si ellos nos hacían problemas, yo no podría haber jugado, pero jamás lo hicieron. Estoy muy agradecido”.