Radicado hace muchos años en Cañada Gómez, Santa Fé, el obereño que jugó 18 temporadas en la Liga Nacional tiene varios hitos en su carrera deportiva: apadrinado por Finito Ghermann, reclutado por León Najnudel, jugó en la Selección Argentina y fue revelación de la LNB, entre otras cosas. Además de todo eso, es el único jugador de la tierra colorada en compartir equipo con Emanuel David Ginobili.
Pasaron varios años de su retiro pero sigue ligado al basquet, hoy como entrenador y comentarista en partidos de Liga Argentina. Hedman dio sus primeros pasos con la naranja en el Club Yaciretá de Ituzaingó, luego de un torneo juvenil recibió el llamado de Racing de Posadas y comenzó a viajar desde corrientes para entrenar y jugar. Fue huesped primero de su coach Tedy Duarte, y luego de su padrino basquetbolistico: Ernesto Finito Gherman, con quien vivió un tiempo.
Tras un par de años, le llega el aviso de un reclutamiento que estaba haciendo León Najnudel para jugar en Sport Club Cañadense en la LNB. “León estaba haciendo una búsqueda de jugadores altos. Como conocía a todo el mundo se contactó con Fino y ahí me recomienda para que me venga a probar y quedé”, contó el misionero. En Sport Club jugó varias temporadas (del 87 al 94), equipo donde se destacó y fue revelación de La Liga en la 91-92.
En su carrera tuvo entrenadores como Julio Lamas, Sergio Oveja Hernández, Rubén Magnano, Carlos el Negro Romano o Daniel Z Rodriguez, entre otros. Pero para Mauricio “León es otra cosa”. A su parecer, “están los entrenadores, y León está por encima de todos. Porque no era solo un entrenador, era un guia que te acompañaba para desarrollarte como persona. Los que lo conocimo nos llevamos bien porque lo tenemos en común, somos como una logia”, bromeó.
Boca (94-95) y Luz y Fuerza (95-96) siguieron en su carrera. En el conjunto eléctrico se convirtió el primer misionero en vestir la camiseta de un club de la tierra colorada en la LNB. Tras esos pasos, arribó a Estudiantes de Bahia Blanca donde compartió equipo con un tal Emanuel David Ginobili. “Emanuel llega con nosotros con 19 años. Yo venía se ser revelación unos años atrás y de jugar un Sudamericano en el 93, él recién estaba empezando”, recuerda del otro lado del teléfono. Ubicándonos en tiempo y espacio, podríamos considerar que por aquellos días “Manu venía a jugar con nosotros, más que nosotros habíamos jugado con él”, reflexiona.
Mauri siempre supo que Manu era distinto. “La diferencia con el resto, es la cabeza, la mentalidad. Él se enfocaba en algo y no había nada que se interponga con ese objetivo. Tenía en claro lo que queria y lo intentaba hasta lograrlo”, cuenta el obereño. Hedman jugó con Marcelo y Mario Milanesio, Juan Espil, Miguel Cortijo, Alejandro Montechia, Gabriel Diaz, Walter Herman, Luis Scola, Daniel Faravello, entre tantos otros, pero “nunca vi un jugador con esa mentalidad”, remarcó.
Para graficarlo, cuenta que “cuando terminábamos de jugar un partido, nos juntábamos a comer los viernes y quedábamos libres. Cada uno hacía sus cosas, salía. Emanuel no, dormía e iba a entrenar temprano al otro día. Era un jugador de 40 años en el cuerpo de uno de 19”, dijo. “Esa diferencia, le hizo lograr lo que logró. En 25 años jugando y todo lo que llevo como entrenador, no vi nada igual”, enfatizó.
Tuvo pocas chances de jugar en Misiones, aquel paso por Luz y Fuerza significó mucho para él, además del Campeonato Argentino que se disputó en la tierra colorada en 2005. Su último acercamiento con nuestro basquet.
Mauricio Hedman, uno de los pocos jugadores formados en Misiones en vestir la camiseta nacional. Un histórico de la naranja misionera, con una carrera que lo llevó a estar cerca de los mejores, saludó cordialmente y cortó el llamado para finalizar la entretenida charla con Misiones Basket. ¡Un Crack!
