La estrella de Dallas Mavericks tuvo la mejor actuación individual del Eurobasket con 47 puntos y lideró la victoria de Eslovenia por 88-82 ante los galos.
Un día llegó una nave extraterrestre que dejó a Luka Doncic en la Tierra y le confirió superpoderes. Su misión era dominar el planeta desde el baloncesto. Es una manera de explicar lo que es el esloveno y su dimensión como jugador. Se acaban las palabras para definirle porque se empeña en hacer historia cada día. Por cierto, la misión que le encomendaron, va por buen camino…
Porque lo que hizo ante Francia es histórico, sí, pero sobre todo es una demostración de dominio como pocas veces se ha visto. Sabonis, Petrovic, Kukoc… o Michael Jordan. Son jugadores que una vez hicieron cosas como las de Doncic. Ahora toca disfrutar del esloveno que, por cierto, está en otra misión: repetir el oro del Eurobasket con Eslovenia.
Doncic lideró a su selección a una enorme victoria ante Francia, 82-88, con 47 puntos, lo que supone la segunda mejor anotación en la historia del Europeo, superando la de Nikos Gallis, 46, en 1983. Por encima está Eddy Terrace, un jugador belga que lo logró en 1957, precisamente el año en el que nació Gallis.
Lo de Doncic fue alucinante. Llevaba 27 puntos al descanso y acabó con 47, es decir más de la mitad de los puntos de su equipo. Sólo Goran Dragic, 14, logró llegar a los dobles dígitos en anotación, además del extraterrestre, claro. Además, el de los Mavs aportó 7 rebotes y 5 asistencias para 47 de valoración, todo ello en 39 minutos. Sólo descansó cuando un codazo involuntario de Poirier le mandó al vestuario sangrando por la cabeza, poco antes del descanso.
Firmó además la canasta del campeonato, un triple a una mano saliendo del bote y a una décima para el final de la posesión. Y se vio retratado en el poster del partido, un mate salvaje de Gobert. Ya que era el dueño del partido, no se perdió ninguna fiesta.
El triunfo de Eslovenia, que le vale el liderato del grupo B, se cimentó en la actuación de Doncic y se selló por un robo con canasta de Goran Dragic (82-84 a un minuto para el final), y una canasta de Vlatko Cancar (82-86 a 44 segundos). Entre medias, la pérdida de Okobo, un fallo en el tiro de tres de Heurtel y otro de Okobo. Francia sepultaba así sus opciones de victoria, para ser tercera del grupo de la muerte.
El partido, en el que faltaron por problemas físicos Yabusele en Francia y Tobey en Eslovenia, quedará para siempre en el recuerdo por una de las mejores actuaciones individuales en la historia del torneo. Una más, porque ya veníamos de otra, ante Alemania, y todavía quedan más en el camino de un marciano que sí, que está dominando el planeta desde el baloncesto.
Fuente: Marca