Se cumplen 20 años de un hito para el básquet de Eldorado: la consagración y el ascenso de la ABE, la alianza que se formó para ganarse un lugar en la Liga Nacional B y de esa manera dio paso al renacimiento de la disciplina en la Capital del Trabajo. Reviví aquella noche con el video del ascenso.
Si bien hay hechos que marcaron la historia del baloncesto eldoradense en las décadas del ‘70, ‘80 y hasta ‘90, sin lugar a dudas que lo sucedido en 2003 marcó un antes y un después en la disciplina en la Capital del Trabajo.
Transcurrían los primeros meses de 2003 cuando varios dirigentes del básquetbol eldoradense se reunieron alrededor de una mesa chica y analizaron los pasos a seguir para no perder la posibilidad de volver a jugar un torneo a nivel nacional tras la consagración del club El Coatí en la Liga Provincial de Clubes del año anterior.
Así fue como Julio Amarilla, Juan Vallejos, Roberto Gutiérrez, “Cacho” Riecken, entre otros, llegaron a la conclusión de que El Coatí debía fusionarse con Tirica para encarar lo que hasta ese momento era la Liga Nacional C. Fue así como nació un hito para el baloncesto eldoradense y misionero: La ABE (Alianza de Básquetbol Eldorado).
Hoy se cumplen veinte años de que dicho equipo logró el ascenso a la Liga Nacional B y marcó ese antes y después para el deporte de la Capital del Trabajo, que llegó a reunir multitudes y acaparó la atención de toda la provincia.
Con Horacio Santa Cruz a la cabeza, acompañado en el cuerpo técnico por “Miguelito” Romberg y Gustavo “Taito” Bordon, la ilusión comenzó con la conformación del plantel.
A los locales mimados y grandes promesas como Fernando “La Furia” Pimenta, Carlitos Kohler, “Charly” Meaurio y varios juveniles que recién surgían como Cristian Diesel, Franco Gutiérrez, Andrés Paredes, el “Manu” Julián, la dirigencia comenzó a escuchar los pedidos del DT para tener un equipo competitivo y con experiencia en la categoría.
Ficharon a un emblema de la tierra colorada como Raúl “Polaco” Tarnowyk (exLuz y Fuerza), como así también al joven Damián Sureda y grandes talentos como Silvio Ojeda y Hugo Benítez. Y la frutilla del postre fue la llegada de alguien que se volvería un eldoradense más: el entrerriano Aldo Daniel González. El oriundo de Rocamora se transformaría en el ídolo de grandes y chicos y dejaría su huella, que hasta hoy se siente en la Capital del Trabajo.
El debut en el citado Regional se dio en Las Breñas, Chaco, y allí comenzó a escribirse las primeras hojas de esta historia de la ABE dentro de los rectángulos de juegos. La victoria en el estreno fue la primera de ocho en forma consecutiva y la ilusión de todo un pueblo iba acrecentándose con cada conquista.
En el medio del torneo, y al verse más que fortalecido el furor de la ABE, el gobierno municipal, con Norberto Aguirre al frente, dio una mano para que el estadio sea remodelado. En poco tiempo quedó atrás el piso de baldosa del CEBA y se le dio lugar al parqué de la ABE. Y en ese coqueto escenario iba a llegar la consagración.
La Alianza llegó a la final y debió definir al campeón con Villa San Martin de Resistencia. La serie comenzó mal, porque en tierras chaqueñas llego un traspié inesperado, pero las características y la garra del equipo lograron revertir la historia.
Un viernes 26 de septiembre de 2003, el equipo misionero lograba igualar la serie y estiraba la definición al día siguiente.
La ansiedad y la expectativa iban ganando terreno y una multitud fue montando el escenario para la fiesta ni bien se iniciaba la tarde del sábado 27 de septiembre. Nadie quería quedarse afuera y por eso el estadio explotó, y los protagonistas no defraudaron.
Fue una paliza con 20 puntos de diferencia ante un Villa que se resignó antes de tiempo y le entregó el festejo a los misioneros.
“¡¡Dale campeón, dale campeón!!” comenzó a escucharse a falta de minutos para el final. El tablero se apagó marcando el final y todos se fundieron en un abrazo para festejar ese logro para Eldorado.
Fuente: Cristian Reble – Primera Edición.