Karina Rabosto se convirtió hace algunos días en la nueva presidente del club eldoradense en reemplazo de Walter Ziegler, quien había renunciado a ese cargo a fines de febrero. Incansable mamá colaboradora hoy se pone al frente de un grupo de trabajo que “quiere lo mejor para el club”, le dijo a Misiones Básket.
La salida del presidente anterior había sido tormentosa, porque el alejamiento de Mariano Marcos (hoy en Siglo XXI) derivó en una serie de situaciones y discusiones que produjeron un importante desgaste para que Ziegler pegue el portazo.
El pasado martes se realizó la Asamblea General Extraordinaria para elegir a las autoridades de la nueva comisión directiva de la institución eldoradense y la presidencia quedó en manos de Karina.
¿Qué la llevó a asumir el desafío?
La pasión por el Club, el sentido de pertenencia, el cariño que le tengo a este lugar. Los 12 años que invertí de mi tiempo dando lo mejor para acompañar a mi hijo primero, ahora a mi hija para ver a mi club crecer. El apoyo de la gente como una que ama al club que quiere verlo crecer y bien…nada más.
¿Fue difícil decidirse?
Si porque soy consciente de que para asumir un compromiso como este hay que invertir mucho tiempo, hay que tener paciencia, pero creo que vale la pena. Fue difícil si, pero creo que fue la mejor decisión.
¿Por dónde pasará su línea de gestión?
Lo principal será la infraestructura del club, porque estoy desde el día uno de este sueño loco quiero verlo cumplido. Voy a tratar de poner mi granito de arena para que se vea cumplido. Lo segundo será la parte formativa como es el espíritu de El Coatí. Que se formen en el deporte y en la vida con respeto y compromiso. Si tenemos la suerte de tener a un jugador que tenga la capacidad de desarrollarse más allá de nuestro club lo vamos a apoyar al 100 %. Tenemos jugadores en todas las divisionales a partir de los 2 años. Además una fuerte base femenina con 70 nenas jugando hoy en el club.
Son muchas mujeres en la comisión, algo poco común en el básquet…
Si somos cinco en total, estamos nivelados entre hombres y mujeres. Logramos armar un buen grupo de trabajo porque todos tiramos para el mismo lado.
¿Se ponen desafíos con la comisión?
El mayor desafío que tenemos, además del tema de infraestructura, es el de mantener a nuestros chicos. Para que se sientan bien y contenidos, para que no se vayan y entiendan que es mejor que estar en la cancha y no en la calle. La idea es que sigan en esto del deporte, del básquet, de los amigos y del encuentro.