Los dirigidos por Gabriel Piccato tuvieron que pelear hasta el final para hacerse de la victoria frente a una selección que defendió muy bien todo el partido.
Argentina enfrentaba a Chile en el último partido de la tercera fecha del Grupo A. Luego de cuarenta minutos muy intensos, en los cuales las defensas fueron lo primordial, la selección albiceleste se llevó el triunfo por 67-61.
Una defensa dura en primera línea y corriendo bien al contrataque fueron las dos claves para que Argentina empiece el partido con un parcial de 8-2. A partir de ahí, Chile se acomodó en el partido y con un Suarez dominante, 10 puntos en el cuarto, terminó a cuatro puntos (20-16).
Los dirigidos por Cristian Santander impusieron el juego que quisieron en el segundo cuarto. Argentina, no tuvo oportunidades claras para anotar en transición y lo sufrió. En los últimos minutos, la Roja anotó 13 puntos, la albiceleste solo 4 y la visita se fue al entretiempo ganando 34-31.
Chile arrancó la segunda mitad con un 6-0 y estiro a nueve la ventaja (40-31). Los de Picatto no encontraban los caminos y tuvo a Fjellerup como bandera, más por actitud que por el juego. Un rebote ofensivo de Máximo y un triple de Baralle empató el partido en 47 al final de tercer cuarto.
Los últimos diez minutos fueron peleados hasta el final, con defensas muy duras, ofensivas poco claras y muchas ganas de ganar en ambas selecciones. Luego de una bandeja del jugador de San Lorenzo (54-50), ninguno anotó por dos minutos. Morales dio la cara por Chile e hizo que sigan en partido, pero aparecieron los xeneizes Aguerre y Schattmann para terminar de definir el partido y Argentina ganó 67-61 en un duro partido.
