Tras un 2020 con escasa o casi nula actividad, el equipo de la capital de la cerveza retomó la actividad en todas sus divisionales. Con Enrique “Shaq” Gauvry como el alma mater de este proyecto, el plantel trabaja con el objetivo de volver a encender la llama de la naranja en esa localidad de la zona centro.

La pandemia Covid-19 cambió los enfoques, objetivos y la modalidad de trabajo. El impedimento de poder practicar para los más pequeños hizo que muchos jugadores desistan de jugar al básquet. Es por eso que la meta más importante para esta nueva temporada es la de reestructurar la escuelita y fomentar la práctica de este deporte.
“El año pasado muchos chicos comenzaron a jugar al fútbol, vóley u otro deporte porque por cuestiones de protocolo no podíamos tener clases en el Polideportivo Municipal”, explicó el profe Gauvry. Es por eso que con la captación de valores y la expansión del básquet a los barrios se buscará “generar un semillero en la ciudad, sumar chicos y volver a traer a todos los chicos que por distintos motivos dejaron de entrenar”, expresó.
“En Alem hay un nutrido grupo de jugadores en la ciudad, tanto en minibasquet, formativos, primera y veteranos. Los chicos de la escuelita comenzaron a volver de a poco y eso es positivo”, dijo “Shaq”.

En lo institucional, Alem Basquet quiere dar el paso que hace mucho se debe, el de regularizar la situación en personería jurídica para poder asociarse directamente a la Federación Misionera. “Veníamos asociándonos por temporada, pero esto nos lo debemos para poder ser parte activa de la FMBB”, contó el entrenador.
Pensando en el futuro, el objetivo va acompañado de un sueño y una deuda pendiente del club. “La competencia no nos importa tanto, queremos apuntar a objetivos a largo plazo. Tenemos un buen grupo en la categoría U15, queremos que este equipo llegue a jugar a primera en tres años. Sería muy lindo porque sería el primer equipo que represente a la ciudad con todos chicos nacidos en Alem”, finalizó el incansable trabajador del deporte de la naranja.