El base de Tirica charló con Misiones Básket a la distancia y dejó conceptos interesantes para ir entendiendo cómo transcurre la cabeza de un jugador de básquet en estos tiempos de pandemia. “Teníamos la ilusión de volver a jugar la final y obviamente poder defender el título”, contó el eldoradense.
6 de diciembre de 2019. Serie final 2-0 y título. Pasaron ocho meses del último partido oficial en la Liga Provincial de Mayores. Justamente fue aquel encuentro en Posadas, donde Tirica gritó campeón ante Mitre, sacándose la mufa de varios gritos atascados en la garganta. “Estamos prácticamente los mismos jugadores y habíamos hecho una gran pretemporada, teníamos la ilusión de volver a jugar la final y obviamente poder defender el título”, contó el base del “felino”, Juan Pablo Rojas, en un contacto telefónico con Misiones Básket.
El 2020 se presentaba, al menos en la previa, con un buen nivel en los equipos que iban a participar del certamen. Con la pandemia por el coronavirus todo cambió. “En lo personal bastante tranquilo, aprovechando mucho para estar con la familia y sobre todo disfrutando de mi hija. Con respecto al básquet fue complicado, se extraña y por momentos siento muchas ganas de jugar pero trato de ser responsable y cuidar a la familia así que me mantuve bastante alejado de las canchas”, detalló el armador.
También el joven jugador reconoció que “se extraña mucho el día a día, los entrenamientos con mis compañeros, las charlas y los mates en los viajes, el hecho de prepararse para un partido y pensar como lo podes jugar, son muchas cosas. Con el correr de los años uno se acostumbra y ahora que no lo podemos hacer lo sufrimos un poco. Trato de entrenarme en mi casa y me gusta salir a correr pero se extraña mucho la cancha, el 5 vs 5, los roces de partido y eso no se puede entrenar en otro lado”.
Desde mediados del mes de julio, el elenco de Nicolás Boeri volvió a los entrenamientos con estrictos protocolos. “Fue una situación muy rara para todos. Si bien teníamos muchas ganas de empezar, el inicio fue un poco complicado, cumpliendo con todos los protocolos y tratando de sacarle el mayor provecho al poco tiempo que se puede entrenar. Arrancamos entrenando tres veces por semana dividiendo el grupo en dos, tratando de acomodarnos acorde a las responsabilidades de cada uno. Y fuimos sumándonos a medida que podíamos, es una situación atípica y tratamos de ponerle la mayor voluntad y energía posible. Es difícil entrenar sin tener una fecha precisa de regreso”, destacó Rojas.
En relación a su visión a futuro y la vuelta de la competencia provincial manifestó que “va a ser un torneo muy raro, pasaron muchos meses, todo va a ser distinto. Ojalá todo esto pase y podamos volver lo más pronto posible, creo en lo personal que la incertidumbre de no saber cuando vamos a volver es la parte más difícil”.
“Por momentos la ansiedad aumenta y uno siente el fastidio de no poder jugar, pero también debemos entender que hoy las prioridades son otras y hay que ser responsables, respetar lo que nos toca y seguramente ya va a llegar el momento de volver a competir, ojalá sea pronto”, cerró Juampi.