Cuando falleció Kobe Bryant, Hernán Montenegro lo recordó con una imperdible anécdota durante sus tiempos en Pistoia, Italia.
Todo comenzó en el Olimpia Pistoia, un equipo de Italia donde el papá de Kobe Bryant, Joe Bryant, coincidió con Hernán Montenegro, quien debió soportar al escolta cuando recién era un pequeño niño dando sus primeros pasos en el mundo deportivo. Resulta que el progenitor del exjugador de Los Angeles Lakers tuvo un gran recorrido por el básquet europeo, en el cual se desempeñó en distintos conjuntos a lo largo de sus carrera.
En esa época, Kobe estaba creciendo en Italia, dominando el idioma y también conociendo las distintas pelotas. Al Loco ya lo comenzaba a molestar su inquieta personalidad y, unos días después del trágico fallecimiento lo recordó con esta anécdota: “Te conocí en Pistoia, donde tu hermoso viejito jugaba y la rompía casi a la edad que vos te estás tomando el palo. Al siguiente año jamás te olvidaré, el gran Joe los llevó a Reggio Emilia, ya cada miércoles jugábamos en contra con tu papá… y al margen que me comía un zaino hermosa de tu viejo te tenía que soportar porque te gustaba el fútbol y yo, como buen argento, te pateaba”.
Un argentino y un norteamericano en tierras italianas coincideron por deseo del destino, unidos por una pelota que no era la naranja. “Tu viejo me odiaba, me decía que tenías que jugar al básquet y yo le decía que no podías jugar a nada”, recordó el legendario pivote nacional.
Montengro lo llamaba pendejo del orto, y ese pibe creció para dominar el mundo, devorando rivales y también títulos, condecoraciones individuales y menciones honoríficas. La vida se lo llevó cuando nadie lo esperaba, mucho menos él. Su legado es su perseverancia, aquella que le permitió molestar a un argentino cuando apenas le empezaban a crecer pelos en las piernas. Él y el deporte, unidos para siempre con un hilo rojo.
Fuente: Basquet Plus