El equipo teutón logró romper el juego de Serbia y le ganó la final por 83-77. La primera Copa del Mundo para ellos. Schroder terminó como el MVP del torneo. Canadá culminó tercero dejando a EEUU sin podio, en un hecho histórico.
Alemania logró una histórica victoria en la Copa Mundial de la FIBA derrotando a Serbia en un emocionante partido final con un marcador de 83-77. Este logro marca la primera vez que Alemania se corona campeona mundial en baloncesto, un logro sin precedentes en su historia deportiva.
El enfrentamiento estuvo reñido desde el principio, y ambas selecciones se mantuvieron igualadas en el marcador durante la primera mitad del partido, llegando al descanso con un empate 47-47. El capitán Dennis Schröder tuvo un papel crucial al liderar a Alemania en momentos clave del partido, anotando un impresionante total de 28 puntos, la cifra más alta de su equipo.
En la segunda mitad, Alemania tomó el control, tanto en defensa como en ataque, logrando mantener a los serbios lejos de la canasta y construyendo una ventaja de 12 puntos al final del tercer cuarto, con un marcador de 69-57.
A pesar de un intento de remontada por parte de Serbia, las piernas no respondieron al igual que antes para defender y tirar. Todo sumado a la ausencia de Gogdanovic por su acumulación de faltas. Em el último cuarto, el equipo alemán mantuvo la calma y aseguró la victoria.
Este triunfo es un hito en la historia del baloncesto alemán y marca un momento histórico para el deporte en el país. La destacada actuación de Dennis Schroder y el desempeño sólido de todo el equipo contribuyeron a que Alemania se coronara campeona del mundo en una final emocionante y altamente competitiva.
Además, esta victoria rompe la “maldición” reciente de los equipos que vencen a Estados Unidos en el torneo y luego pierden en la final, demostrando la fortaleza y determinación del equipo alemán en este torneo.
Dennis Schroder (28 puntos)MVP del torneo y Franz Wagner (19 puntos), se destacaron como las figuras clave de Alemania en su camino hacia la victoria en el torneo.
Serbia, a pesar de los 17 puntos de Bogdan Bogdanovic y los 21 puntos de Aleksa Avramovich, no pudo superar el sólido desempeño de Alemania en el partido final. Enorme esfuerzo para el equipo de Pesic, que ganó la plata con todo en contra y cayó ante el mejor equipo.
Canadá hizo historia y se quedó con el tercer puesto
Los canadienses escribieron su primera gran línea en el libro mundialista. Con Brooks figura, los de rojo ganaron 127-118 y se subieron a su primer podio.
Desde los primeros minutos, quedó claro que este partido sería volátil, ya que ambos equipos mostraron un ritmo de anotación vertiginoso. Canadá tomó la iniciativa al final del primer cuarto, llegando a liderar por nueve puntos con un marcador de 25-34.
Sin embargo, en el segundo tramo, Estados Unidos comenzó a reaccionar. A pesar de los esfuerzos de los jugadores canadienses, el equipo dirigido por Steve Kerr logró darle la vuelta al marcador. Fue en este momento crucial cuando Dillon Brooks, el nuevo fichaje de los Houston Rockets, se destacó con una actuación memorable. Brooks anotó 21 puntos en la primera mitad, incluyendo un perfecto 5-5 en tiros de tres puntos. Al llegar al descanso, Canadá mantenía una estrecha ventaja de 56-58.
Tras el descanso, Canadá mostró un deseo feroz de mantener su ventaja y evitar que Estados Unidos se recuperara. Dillon Brooks y Shai Gilgeous-Alexander lideraron el ataque canadiense, extendiendo la ventaja a nueve puntos al final del tercer cuarto, con un marcador de 82-91.
El último cuarto fue una montaña rusa emocional. Cuando parecía que Canadá tenía la victoria en la mano, Mikal Bridges de Estados Unidos realizó una jugada sorprendente al fallar un tiro libre a propósito, recuperar el rebote y anotar un triple desesperado sobre la bocina, forzando así la prórroga en una secuencia que quedará grabada en la historia del básquet como esas ráfagas de Reggie Miller o Tracy McGrady.
A pesar de este giro dramático, Canadá no se dejó afectar en la prórroga y dominó desde el principio para asegurar la medalla de bronce. Un marcador final de 127-118.
Dillon Brooks se convirtió en el MVP del partido con una actuación estelar, anotando un total de 39 puntos, capturando cuatro rebotes y repartiendo cinco asistencias. Shai terminaría con 31 tantos y 12 asistencias.
Este partido demostró que Canadá se ha consolidado como una superpotencia en el baloncesto internacional, mientras que Estados Unidos ya no puede darse por sentado su éxito en cada competición. Ambos equipos brindaron un espectáculo de alta calidad. Un momento histórico de ambos lados. La primera medalla de Canadá. La segunda vez consecutiva que EEUU no se lleva nada con jugadores NBA.
Fuente: Basquet Plus