El 2021 estuvo marcado por la vuelta a la competencia para los clubes misioneros, tanto en primera como en formativas. Para el presidente de la Federación Misionera de Básquet, Román Queiróz, “el análisis del año es bueno”. Aunque avisó que tiene los días contados como el mandamás de la naranja a nivel provincial.
Después de los agitados días que se vivieron tras las fiestas de fin de año, y entre el tereré de las calurosas siestas y el clásico mate de la tarde, el hombre de Eldorado (por adopción) se tomó su tiempo para hablar con Misiones Básket e hizo un balance del año que se fue.
“Estamos contentos porque pudimos jugar la Liga Provincial. En abril o mayo pensamos que sería imposible jugar el torneo, pero la verdad es que lo hicimos y de muy buena manera en todas las categorías”, dijo contento Román del otro lado del teléfono.
La situación epidemiológica de la provincia permitió que los certámenes vuelvan a disputarse en todo el territorio misionero. En una temporada donde los tiempos dieron para jugar un torneo en cada divisional, para este 2022 la idea es que en formativas los equipos vuelvan a clasificar a los regionales organizados por la CABB. “Seguro que eso hará que el campeonato se haga más competitivo”, presagió.
El hombre identificado con Tirica, desde el 2017 encabeza el grupo de trabajo que comanda los hilos del deporte de la naranja. Con un fuerte trabajo en las divisiones menores en los últimos cuatro años y apostando al progreso de los jugadores en esas categorías, cree que ya es tiempo de dar un paso al costado.
“Cuando asumimos la idea era modificar viejas costumbres que se venían teniendo en las competencias. Con el objetivo cumplido nos haremos a un lado y le daremos lugar a nuevos dirigentes para que le apliquen su impronta, siempre con la idea de que el básquet misionero se siga desarrollando”, remarcó el hombre que en febrero dejaría su cargo en la asamblea de la FMBB, donde se elegirían a la nuevas autoridades.